El recto de la Universidad Complutense de Madrid, Joaquín Goyache Goñi, volverá a verse con el magistrado del Juzgado de Instrucción 41 de Madrid, Juan Carlos Peinado, el próximo 29 de julio, pero esta vez como investigado en el caso Begoña Gómez tras admitir reuniones para crear la cátedra extraordinaria sobre Transformación Social Competitiva, a pesar de carecer de una licenciatura.
El caso de conceder a la esposa del presidente del Gobierno una cátedra extraordinaria sin que el proponente sea el rector de la Complutense es único, de ahí que la acusación popular apunte al tráfico de influencias.
Para conseguir la cátedra extraordinaria, Begoña Gómez se puso en contacto con el rector a través del personal de confianza de La Moncloa, que se debe al Gobierno y no a la esposa de Pedro Sánchez. Según la declaración del rector de la Complutense, la primera conversación se tuvo con la «secretaria de la señora Gómez Fernández» a mediados de julio de 2020, para tener después la primera reunión el 20 de julio.
EL RECTOR ACUDIÓ A LA LLAMADA DE BEGOÑA GÓMEZ
Es la primera vez que el rector de la Complutense crea una cátedra extraordinaria a instancias de una tercera persona y sin haberla propuesto él mismo. Este hecho ha provocado un cisma en el seno de la Universidad, con bronca incluida sobre la gestión y la situación financiera del centro. El rector aseguró que era una «barbaridad» decir que era la primera vez que no intervenía en una cátedra extraordinaria como proponente.
«Esta era la única cátedra extraordinaria las 54 en la que el rector ha intervenido directamente sin haber sido proponente», afirmó el decano de la Facultad de Ciencias de la Información, Jorge Clemente, hace apenas una semana. «Eso no es cierto. He intervenido en muchas más cátedras, infórmese antes de decir una barbaridad como la que acaba de decir», replicó el rector de la Complutense.
«He intervenido en muchas cátedras extraordinarias», insistió. Pero el decano se mantuvo firme en su argumento y recordaba: «El rector no era el proponente». Goyache Goñi no admitió este extremo en ningún momento y recriminó a Clemente. «Está usted diciendo barbaridades. No sabe de lo que está usted hablando», afirmó.
EL RECTOR DE LA COMPLUTENSE SEÑALÓ A SU NÚMERO 2 Y ÉSTE A ÉL
Quien llamó a la Complutense por primera vez pudo ser María Cristina Álvarez, del personal de confianza y cuyo nombre fue facilitado en sede judicial ante el juez Peinado por Juan Carlos Doadrio, exvicerrector de la Complutense y llamado como testigo en el caso de la esposa de Pedro Sánchez. Doadrio afirmó que Begoña Gómez «se presentaba en la Complutense, en muchas ocasiones, acompañada de una mujer llamada María Cristina Álvarez».
Tras esa llamada de la secretaria de Begoña Gómez a Goyache Goñi, las relaciones fueron más fluidas entre ambos al facilitarse el número de móvil particular. En la primera conversación, Begoña Gómez, según la versión bajo juramento del rector, le propuso una «serie de proyectos», tal y como recoge la declaración íntegra de Goyache Goñi publicada por El Confidencial.
«. «¿Habría hecho lo mismo en caso de ser otra persona?», reflexionan fuentes de la acusación popular a preguntas de MONCLOA.
CONVERSACIÓN FLUIDA CON TELÉFONOS PERSONALES
«Le di mi teléfono personal, que es el que tienen todas las personas con las que me relaciono profesionalmente y, a través de WhatsApp… Eh… Ya que estaba la Escuela de Gobierno cerrada en ese tiempo, a finales de julio, estamos hablando.. Eh… Me dijo si no me importaba acudir al Palacio de La Moncloa y ahí acudí», continuó.
La cátedra extraordinaria se puso en marcha tan solo dos meses después de aquella reunión. El 23 de septiembre el propio rector de la Complutense la patrocinó en el I Congreso de Transformación Social Competitiva, para iniciar el curso en octubre de ese mismo año. Todo en cuestión de muy pocos días y con el verano de por medio. Para justificar la puesta de largo de esta cátedra extraordinaria, Goyache Goñi tan solo argumentó la «experiencia» y «relación» profesional´en los temas asociados a la cátedra extraordinaria. Ni licenciatura ni estudios. Un caso único en la Complutense.
Goyache Goñi, además, no dio respuesta a si se elaboró un informe para confirmar el nuevo cargo de Begoña Gómez en base a su experiencia. El nombramiento se produjo en la primera reunión de la Comisión Mixta de Seguimiento de la cátedra, en la que estaban presentes el entonces vicerrector de Relaciones Institucionales, Juan Carlos Doadrio; la directora de la Escuela de Gobierno de la Complutense, Paloma Roldán, y representantes de la Fundación Bancaria La Caixa y Reales Seguros, principales financiadores de la iniciativa. «Donde yo he podido ver el acta de la primera que se realizó… donde ya se propuso a la señora Begoña Gómez Fernández, no figura nada de su experiencia», insistió.
En este sentido, señaló a la Comisión Mixta. «Lo tendrán vigilado o documentado por el vicerrectorado de Relaciones Institucionales», apuntó. Doadrio, no obstante, afirmó que fue una «imposición del rector de la Complutense».
EL SOFTWARE Y LA FALTA DE ESTUDIOS, CLAVES EN EL CASO BEGOÑA GÓMEZ
Otro de los asuntos clave del caso Begoña Gómez se centran en el software elaborado por Indra, Telefónica y Google, quienes aportaron 150.000 euros para la herramienta informática para la que se basaba la cátedra extraordinaria TSC. La esposa del presidente del Gobierno negó haber registrado dicha aplicación en la Oficina Española de Patentes y Marcas, pero sí creó su empresa apenas un mes y una semana después de tener el desarrollo final adjudicado a Deloitte Consulting. El rector desconoció por qué se encargó ese concurso público de 60.500 euros y no al departamento informático de la UCM.
Según una de las denuncias por intrusismo profesional, Begoña Gómez fue quien redactó los pliegos técnicos del concurso, pero el rector insiste en que no se solicitó la ayuda a los servicios informáticos teniendo la «capacidad» para poder desarrollarlo. No obstante, la Universidad Complutense de Madrid indicó al juez en un informe que pudo haber apropiación indebida por parte de Begoña Gómez al considerar que la herramienta era parte del centro público.
Todo lo testificado por Goyache Goñi no podrá ser usado en su contra, pero se podrían pedir nuevas pesquisas, como la intervención de los móviles y correos electrónicos, para esclarecer los hechos. Sea como fuera, la investigación judicial durará más allá del verano.