España está atravesando un julio con altas temperaturas y tener un gadget que nos refresque de este calor extremo es crucial. En este contexto, los más afortunados son los que tienen un jardín, terraza o parque con césped y sombra que contribuyen a bajar la temperatura. Para el resto, que están al calor del asfalto, nacen nuevas tecnologías y gadgets que refrescan la vivienda sin tener que gastar tanta electricidad y así ahorrar en el uso del aire acondicionado.
La utilización del césped es un recurso tradicional para mantener una buena temperatura en una plaza, jardín o terraza, pero siempre que sea natural. Si se usa césped artificial puede alcanzar también temperaturas muy altas. Pero este juego gadget de la Dra. Marjolein van Huijgevoort, hidróloga del Instituto de Investigación del Agua KWR, trae la solución debido a que transforma el césped artificial en un sistema de almacenamiento de agua de lluvia, al mismo tiempo que rebaja significativamente el calor del ambiente.
Césped con riego capilar
A diferencia del césped natural, el artificial presenta ciertos beneficios, debido a que no requiere de riego ni mantenimiento regular como tener que cortarlo periódicamente. Además, resiste mejor las pisadas o su uso para jugar o acostarse en él. Por el contrario, este tipo de decoración se comporta como el asfalto ante las condiciones extremas del calor y eso puede ser contraproducente en la época de verano.
También en época de lluvias no filtra como lo haría un jardín de césped natural, por lo que el agua corre rápidamente hacia el alcantarillado sacando sustancias tóxicas o micro plásticos. Si las lluvias son muy fuertes, el césped artificial no ayuda a evitar las inundaciones ni mejora la calidad del agua. Por eso, este nuevo gadget de la experta antes mencionada puede marcar un antes y un después.
transforma el césped artificial en un sistema de almacenamiento de agua de lluvia.
Un gadget con una diferencia de más de 25 °C
El sistema de riego capilar ya se puso a prueba en distintas escalas. En primera instancia se comenzó cuatro parcelas con un área de 5 x 5 metros cada una y terminando por el campo del club de fútbol VVA/Spartaa. De las cuatro parcelas, una tenía césped natural con riego capilar. En este caso, la capa de almacenamiento y drenaje es de 85 mm con cilindros para evaporar al agua en la superficie, y a la par la capa de tierra era de 30 cm de espesor para el enraizado del césped.
Por otro lado, se aplicó una capa de césped artificial clásico con relleno de caucho granulado negro de 30 mm y relleno de arena de 10 mm. Después se colocaron en otras dos parcelas con césped artificial junto a este nuevo gadget, la primera con 50 mm con relleno de arena de 45 kg/m2 y otra con un relleno más fino de 10 kg/m2. En plena ola de calor en verano de 2020, el césped artificial refrigerado tuvo una disminución de temperatura.
