En un extenso informe, de 20 páginas, la Complutense desgrana una serie de acontecimientos entre los que se encuentran las licitaciones y contratos menores a nombre de la cátedra extraordinaria y por la que Begoña Gómez pudo apropiarse de forma indebida del software realizado de forma altruista por Indra, Telefónica y Google, por un valor de 150.000 euros. No obstante, las tecnológicas no acabaron el trabajo y la Complutense realizó una adjudicación de 60.500 euros para poder finiquitar su desarrollo. Fue la propia Begoña Gómez quien llamó al rector de la Complutense para mostrarle el proyecto de la cátedra extraordinaria. La cuestión es conocer si Joaquín Goyache Goñi habría realizado la entrevista con otra persona anónima.
Aquella licitación tenía la firma de Begoña Gómez en los pliegos y de la Escuela de Gobierno del centro en la adjudicación del contrato, que acabó en manos de Deloitte Consulting. Para la Complutense, Begoña Gómez se quedó el software para sí.
LA COMPLUTENSE ABANDONA A BEGOÑA GÓMEZ PARA PERSONARSE
Begoña Gómez, a la izquierda, en el momento de la firma del acta
Cabe destacar que Begoña Gómez constituyó Transforma TSC el 21 de noviembre de 2023, tan solo 46 días después de que la Universidad Complutense formalizara la adjudicación del software a Deloitte Consulting. La esposa de Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, tiene el 100% de la empresa, ubicada en un coworking de Impact Hub de la madrileña Serrano Aguilera.
La sociedad, bajo la lupa del juez Juan Carlos Peinado, encargado de la causa abierta contra Begoña Gómez, registró el capital mínimo para poder constituirse formalmente, 3.000 euros, y tiene como objeto social «impulsar y promover la estrategia de transformación social competitiva integrando los objetivos de desarrollo sostenible en las organizaciones, para promover una sociedad más justa y un planeta sostenible», según consta en el Registro Mercantil de Madrid.
La sociedad no posee participaciones, ni tampoco consta marca registrada alguna. No obstante, la propia Begoña Gómez dispuso de la patente del software, realizado a coste cero por Indra, Google y Telefónica, para que después fuera Deloitte Consulting, mediante concurso público, quien lo culminara. El contrato de la Universidad Complutense de Madrid se hizo ad hoc para terminar el proyecto.
LA INVESTIGACIÓN INTERNA APUNTA A OTRO DELITO
En esta investigación interna, la Universidad Complutense de Madrid ha constatado la «falta de cooperación de determinados participantes en relación a los hechos y afectados por la cuestión, a lo cual se suma la complejidad del tema en curso». De esta forma, el centro universitario considera que «no podrá alcanzar, por sus propios medios, una conclusión definitiva más allá de los indicios existentes».
No obstante, este escrito pone de manifiesto algunas incógnitas y fallos en el sistema de licitación y adjudicación de la propia Complutense. Begoña Gómez no tenía acceso directo a las partidas de la entidad pública ni tampoco podía manejar a su antojo los Presupuestos de la Escuela de Gobierno. En definitiva, pone de manifiesto varios fallos en los controles del dinero público dentro del ente. Según la declaración del rector Joaquín Goyache Goñi, Begoña Gómez fue designada como directora de la cátedra extraordinaria por su «experiencia».
El rector de la Complutense, Joaquín Goyache Goñi, testificó ante el juez y justifica el fichaje de Begoña Gómez
Por este motivo, la Complutense tiene complicada su personación en la causa al ser en parte perjudicada y con la sospecha de que todo se hizo presuntamente con la colaboración del rector, más cuando la asignación de Begoña Gómez como directora estuvo precedida de un acto de promoción de la propia cátedra extraordinaria. Goyache Goñi aparece durante el I Congreso de Transformación Social Competitiva en una intervención grabada y durante casi cinco minutos para anunciar la creación de la misma, cuando aún no estaba ni ofertándose entre los alumnos. 37 días después, la cátedra estuvo en marcha. Corría así el verano de 2020.
GOYACHE GOÑI, DE TESTIGO A ¿INVESTIGADO?
Y es que, la Complutense pudo verse perjudicada por los hechos presuntamente realizados por Begoña Gómez, pero con la intervención del personal de la propia universidad, sin que ésta haya mostrado responsabilidad alguna en su personal.
La apertura de la investigación interna se entendió como un abandono a Begoña Gómez a finales de junio. Toda la atención se centra en cómo y quién colocó a Begoña Gómez al frente de la cátedra extraordinaria, pero la Complutense no ve nada más que una «apropiación indebida», sin responsabilidades sobre el propio centro.
El rector Goyache Goñi aseguró que firmó la propuesta de la comisión mixta formada por la Fundación La Caixa, Reale Seguros y Doadrio, pero los tres afirman que la propuesta fue impuesta por el propio rector. De hecho, la complicidad mostrada entre Goyache Goñi y Begoña Gómez se puso de manifiesto en la presentación del I Congreso sobre la Transformación Social Competitiva, toda una parafernalia para presentar la cátedra extraordinaria.
Begoña Gómez y el rector de la Complutense en unos cursos de verano en El Escorial
El evento fue conducido por la propia esposa del presidente del Gobierno y Jesús Calleja, el famoso escalador y presentador de televisión. El acto fue organizado por las empresas colaboradoras de la cátedra junto a Pimec, cuyo vicepresidente José María Torres ejerció de lobby para situar a la plataforma Conpymes en el diálogo social entre sindicatos y la patronal CEOE. En el mismo espectáculo, Goyache Goñi anunció la creación de la cátedra extraordinaria, pero se cuidó y mucho de decir quién iba a dirigirla. No obstante, las alertas se encendieron cuando Begoña Gómez comenzó a hablar en primera persona del plural, con un «nosotros» clarividente.
Con todo, la Complutense se centra en lo que hizo Begoña Gómez y su equipo en la cátedra extraordinaria, acusándole de provocar un presunto perjuicio y acogiéndose a un decreto de 1882, de hace más de un siglo, para que el juez realice el «oportuno ofrecimiento de acciones en calidad de perjudicado».
