En los últimos años, España ha experimentado un crecimiento significativo en el número de turistas, alcanzando niveles récord. Sin embargo, un reciente informe de CaixaBank Research revela que este crecimiento ha sido más lento en las zonas más cálidas del país. Según el análisis del gasto con tarjeta en los terminales POS de CaixaBank, el gasto turístico creció cerca del 45% en los municipios con temperaturas medias por debajo de los 17 grados, mientras que el aumento fue alrededor del 25% y 35% en los lugares con temperaturas medias superiores a los 23 grados.
Esta tendencia pone de manifiesto que el atractivo de los destinos menos cálidos está cobrando fuerza en un contexto de temperaturas cada vez más elevadas. Los centros urbanos, que ofrecen opciones interiores como museos, tiendas y restaurantes, parecen ser más atractivos independientemente de la temperatura, ya que cuentan con una mejor infraestructura para hacer frente a las olas de calor, como el uso generalizado del aire acondicionado.
Advertencia de la Comisión Europea sobre el Riesgo Climático en España
Por otro lado, un estudio reciente del Joint Research Centre (JRC) de la Comisión Europea, titulado ‘regional impact of climate change on European tourism demand’, ha incluido estimaciones sobre la vulnerabilidad del turismo al cambio climático en las diferentes regiones europeas. Según estas proyecciones, España contiene varias regiones entre las consideradas más vulnerables a escenarios climáticos adversos.
En un escenario extremo con subidas de temperatura de cuatro grados, la Región de Murcia y las Islas Baleares podrían ver caídas de llegadas de turistas superiores al 5% en el conjunto del año. Incluso para el conjunto de España, las proyecciones del JRC son particularmente severas para la temporada alta, con una caída de la demanda turística del 1,6% y del 3,1% en escenarios de subida de temperaturas de tres y cuatro grados centígrados, respectivamente.
Adaptación y Diversificación: Claves para el Futuro del Turismo Español
Estas preocupantes perspectivas sobre el impacto del cambio climático en el turismo español deben ser tomadas en serio por los actores clave del sector. Es fundamental que se implementen estrategias de adaptación y diversificación para hacer frente a los desafíos que se avecinan.
La adaptación puede pasar por mejorar la infraestructura de los destinos turísticos, invertir en soluciones de eficiencia energética y promover prácticas sostenibles en las empresas del sector. Asimismo, la diversificación de la oferta turística, explorando nuevos segmentos y destinos menos vulnerables al calor, puede ser una vía importante para mantener la competitividad y la atracción del turismo español.
En resumen, el cambio climático representa una amenaza real para el turismo en España, pero también una oportunidad para que el sector se reinvente y adopte estrategias innovadoras que le permitan adaptarse a los nuevos escenarios y mantener su liderazgo en el mercado turístico internacional.