La Comisión Europea ha destinado una partida récord de 7.000 millones de euros en subvenciones a 134 proyectos de infraestructura de transporte para mejorar las conexiones transfronterizas entre los Estados miembro de la UE. Estos fondos se canalizarán a través del mecanismo ‘Conectar Europa’, el instrumento de la UE para la inversión estratégica en infraestructuras, que en esta convocatoria concederá su mayor cuantía hasta la fecha.
Aproximadamente el 83% de la financiación se destinará a proyectos que cumplan los objetivos climáticos de la UE, como la modernización de la red de ferrocarriles, vías navegables interiores y rutas marítimas de la UE a lo largo de la red transeuropea de transporte (RTE-T). El 80% de los 7.000 millones de euros se destinará específicamente a proyectos ferroviarios para mejorar las conexiones transfronterizas en áreas como los países bálticos, Francia-Italia y Dinamarca-Alemania.
Mejoras en la infraestructura portuaria y fluvial de la UE
Además de los proyectos ferroviarios, alrededor de una veintena de puertos marítimos en varios países de la UE recibirán apoyo para mejoras de infraestructura, algunas de las cuales les permitirán suministrar electricidad en tierra a los barcos o transportar energía renovable. Las obras de infraestructura fluvial también buscarán mejorar las conexiones transfronterizas en cuencas como la del Sena-Escalda y el Danubio, así como beneficiar a puertos fluviales en Alemania, Austria y Países Bajos.
Proyectos para mejorar la seguridad y conectividad en carreteras y pasos fronterizos
En el ámbito del transporte por carretera, se financiarán sistemas y servicios de transporte inteligentes cooperativos y la creación de zonas de aparcamiento nuevas y seguras para aumentar la seguridad tanto de las personas como de los profesionales. Por último, varios proyectos permitirán aumentar la capacidad a lo largo de las rutas de solidaridad entre la UE y Ucrania, incluyendo mejoras en la infraestructura de transporte por carretera y ferrocarril en los pasos fronterizos.
En resumen, esta inversión récord de 7.000 millones de euros en proyectos de infraestructura de transporte de la UE tiene como objetivo mejorar las conexiones transfronterizas, modernizar la red de transporte sostenible y aumentar la seguridad y capacidad en carreteras y pasos fronterizos, todo ello alineado con los objetivos climáticos de la Unión Europea.
