El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, hizo un llamado urgente a «bajar la temperatura» de la política luego del intento de asesinato contra el candidato republicano Donald Trump durante un acto de campaña en Pensilvania.
En su mensaje a la nación el domingo, Biden, de 81 años y candidato a la reelección, enfatizó que la política no debe convertirse en un «campo de la muerte».
El atentado, ocurrido en Butler, Pensilvania, dejó a Trump herido en una oreja y provocó una reacción inmediata de Biden, quien declaró que las próximas elecciones serán un «período de prueba» para el país.
En su declaración desde la Casa Blanca, acompañado por la vicepresidenta Kamala Harris y su jefe de seguridad nacional, Biden insistió en la importancia de la unidad en una nación profundamente dividida.
El presidente demócrata llamó personalmente a Trump para interesarse por su estado de salud, a pesar de las duras críticas que ambos se han intercambiado durante la campaña.
1Biden ordenó revisión de seguridad
Biden también ordenó una revisión completa de la seguridad para los actos electorales y la Convención Nacional Republicana en Milwaukee, donde Trump será oficialmente nominado.
Trump, de 78 años, respondió en su plataforma Truth Social, destacando la importancia de la unidad y agradeciendo que la bala no haya causado mayores daños.
El atacante, Thomas Matthew Crooks, de 20 años, fue abatido por francotiradores del Servicio Secreto. Crooks disparó desde un tejado con un rifle AR 556 adquirido legalmente, y el FBI investiga el incidente como un posible acto de terrorismo interno.
Entre las víctimas del tiroteo se encuentra Corey Comperatore, un bombero de 50 años que murió protegiendo a su familia.
Otros dos heridos, David Dutch y James Copenhaver, se encuentran en estado estable. Las autoridades continúan investigando las motivaciones del atacante, descrito por conocidos como «tranquilo» y «solitario».
El Servicio Secreto ha asegurado que Trump contará con el «más alto nivel de seguridad» en la Convención Republicana, y rechazó las acusaciones de que se había negado protección adicional antes del mitin.
Mientras tanto, la retórica y las teorías conspirativas se han intensificado, con acusaciones de que la retórica de Biden pudo haber influido en el ataque.
Estados Unidos, con un historial de violencia política, refuerza así sus medidas de seguridad para proteger a sus líderes en tiempos de alta tensión electoral.