El secretario de Estado de Cultura, Jordi Martí, ha destacado en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) la vital importancia de que el arte cumpla la función de «agitar, no de acompañar, decorar o entretener». Para Martí, la cultura es un «bien público» crucial que no debe convertirse en un mero objeto de consumo, ya que ello podría despojar al arte de su esencia en el contexto contemporáneo.
En este sentido, Martí ha enfatizado su apoyo a la existencia de una colaboración eficaz entre los sectores público y privado en el ámbito cultural. No obstante, ha advertido que esta cooperación no debe ser vista como una relación neutral, sino que conlleva implicaciones y responsabilidades particulares.
Beneficios de una Colaboración Equilibrada
En el ‘XI Encuentro de Coleccionismo, Arte Contemporáneo y Sociedad. Profesionalización del Arte Contemporáneo. La colaboración público-privada’, Martí resaltó la relevancia de encontrar un equilibrio justo entre ambas esferas para garantizar que las interacciones entre lo público y lo privado en el mundo del arte generen sinergias positivas. La sinergia entre estos dos sectores contribuye a enriquecer el entorno artístico creando un espacio común en el que se fomente el intercambio y la reflexión.
Por otro lado, el director del Museo Reina Sofía, Manuel Segade, ha subrayado que lo público y lo privado en el ámbito del arte se entrelazan en el ámbito social, encontrando puntos de encuentro que enriquecen el ecosistema cultural. Segade destaca la importancia de estimular la creación de un espacio compartido que propicie la integración de visiones diversas en el arte contemporáneo.
Visión a Futuro: Consolidando un Compromiso Valioso
En el marco del seminario, Isidro López-Aparicio, director del encuentro, ha enfatizado la necesidad de fortalecer y ajustar las relaciones entre los ámbitos público y privado para que estas sean más amplias y enriquecedoras. Considera que el compromiso generado a partir de esta colaboración beneficia de manera significativa al mundo del arte contemporáneo al permitir la creación de una nueva realidad visual que refleje y construya una narrativa cultural diversa y en constante evolución.
En conclusión, la colaboración público-privada en el arte contemporáneo se erige como un pilar fundamental para el desarrollo y la profesionalización del sector, alentando el diálogo, la innovación y la creación de un entorno en el que la diversidad de visiones sea valorada y potenciada.
