La tensión entre Moscú y Occidente ha alcanzado un nuevo pico luego de los anuncios hechos en la reciente cumbre de la OTAN en Washington. Estados Unidos reveló sus planes de desplegar armas en Alemania a partir de 2026, una decisión que ha provocado una firme respuesta por parte del Kremlin.
Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, advirtió a través de medios rusos que Moscú ha identificado objetivos en Europa para sus misiles, incluyendo las capitales de varios países.
«Las capitales europeas están entre los posibles blancos», afirmó Peskov en declaraciones publicadas por el diario Frankfurter Rundschau. Explicó que esta medida es una respuesta a la histórica tendencia de Estados Unidos de apuntar misiles hacia Rusia.
La amenaza de Rusia surge después de que Estados Unidos anunciara su intención de desplegar una serie de armamentos avanzados en Europa, entre ellos misiles de crucero Tomahawk, sistemas antiaéreos SM-6 y armas hipersónicas de nueva generación.
Este movimiento ha exacerbado las tensiones globales y ha suscitado preocupaciones también en China, elevando el riesgo de un conflicto más amplio y peligroso.
1Moscú eleva tensiones
Simultáneamente, en la frontera entre Ucrania y Bielorrusia, se observan desarrollos significativos. Después de una acumulación de tropas en ambos lados de la frontera, el presidente bielorruso Alexander Lukashenko declaró que las tensiones con Ucrania han disminuido.
«No tenemos complicaciones con los ucranianos en este momento y espero que no surjan», afirmó Lukashenko tras inspeccionar a las tropas en la zona.
Estos acontecimientos subrayan la creciente volatilidad en las relaciones internacionales. Las amenazas de Rusia de atacar capitales europeas en respuesta al despliegue de armas de EE.UU. plantean un desafío serio para la estabilidad regional y global, mientras las potencias occidentales intentan gestionar la situación con cautela y diplomacia en medio de un entorno geopolítico cada vez más tenso.
