El Papa exhorta a redoblar esfuerzos por las vocaciones: «Necesitamos duplicar cifras»

El Papa Francisco ha instado a los representantes de comunidades religiosas a involucrarse más en el impulso de las vocaciones en una recepción celebrada en el Vaticano. Durante el encuentro, el Papa dedicó unas palabras a los asistentes y les planteó interrogantes sobre las vocaciones en sus respectivas comunidades.

Según lo reportado, el Papa se mostró preocupado al preguntar: «¿Cuántos novicios tienen?» ante las cifras proporcionadas por los representantes religiosos, las cuales oscilaban entre ocho y veinte. Ante esto, instó a duplicar esas cifras, enfatizando la importancia de abordar el tema de las vocaciones como fundamental para el futuro de la iglesia.

La importancia de fomentar las vocaciones religiosas

En cuanto al origen de los novicios procedentes de regiones como Asia, África y América Latina, el Papa destacó que el futuro de la Iglesia radica en dichas zonas geográficas. A pesar del aumento continuo en el número total de católicos a nivel global, las estadísticas eclesiásticas señalan una disminución en el número de religiosos y sacerdotes. Un fenómeno notable es el crecimiento en el número de religiosas en África y el Sudeste Asiático, en contraste con la tendencia mundial.

El Papa recordó a los presentes la importancia de comprometerse y orar por la próxima generación de religiosos, haciendo hincapié en la relevancia de formar y apoyar a aquellos que seguirán el camino de la orden. Durante la audiencia, estuvieron presentes diversas congregaciones como los Paulanos, el Clero Menor Regular, las Hermanas Agustinas del Divino Amor (IDA), los Viatores, las Hermanas del Sagrado Corazón (RSC) y los Claretianos, quienes se reunieron en Roma para celebrar sus capítulos generales.

Reflexiones sobre la vida religiosa y sus desafíos actuales

En su discurso oficial, el Papa resaltó la diversidad presente entre las distintas órdenes religiosas, describiéndola como un reflejo vivo del misterio de la Iglesia. Asimismo, instó a los representantes de las órdenes a dar continuidad al legado de los fundadores y a trabajar con dedicación por los más vulnerables, practicando la caridad concretamente, con valentía y creatividad.

El Papa Francisco subrayó la importancia de la sencillez y la renuncia a lo superfluo en la vida religiosa, señalando la necesidad de despojarse de aquello que pueda obstaculizar la escucha y la armonía en los procesos de discernimiento. También alertó sobre la presencia de tentaciones como la ambición, la envidia, la arrogancia y otras formas de egocentrismo que podrían entorpecer el camino de las órdenes religiosas en su búsqueda de renovación y servicio a los demás.