La consellera de Educación de la Generalitat, Anna Simó, ha lamentado este sábado la «batalla ideológica» del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) en insistir, textualmente, a que el español sea una lengua que se tiene que utilizar más en los centros educativos. Esta declaración pone de manifiesto la creciente tensión entre las autoridades autonómicas y el poder judicial en torno a la política lingüística en las escuelas de Cataluña.
La consellera ha considerado que queda claro «cuál es la lengua que necesita una especial protección y promoción de uso», en referencia clara al catalán como idioma vehicular prioritario en el sistema educativo. Esta posición refleja la firme voluntad del Gobierno regional de preservar y fomentar el uso de la lengua propia de Cataluña en las aulas.
La Respuesta de la Generalitat ante la Medida Cautelar del TSJC
La Generalitat presentará un recurso de reposición, cuyo plazo termina este lunes, al auto del TSJC, que suspende cautelarmente el Decreto del régimen lingüístico del sistema educativo, aprobado en mayo, tras estimar el recurso presentado por la Asamblea por una Escuela Bilingüe. Esta medida judicial supone un duro golpe a la política lingüística impulsada por el Ejecutivo catalán.
Simó no se muestra confiada de que el recurso pueda tener resultado «porque es un recurso que debe resolver el mismo tribunal que ha hecho la medida cautelar». Este escepticismo refleja la percepción de que el poder judicial se ha posicionado en contra de la línea marcada por el Gobierno regional en materia de lengua en la educación.
La Vuelta de Dirigentes Independentistas a Cataluña
Tras ser preguntada sobre la vuelta a Cataluña de la secretaria general de ERC, Marta Rovira, junto a otros dirigentes y activistas, Simó ha respondido: «Es aire, es oxígeno, es dejar de normalizar una situación que no era normal y poner en evidencia que la mejor vía siempre es la política, no la judicial». Esta declaración sugiere que la presencia de estos líderes políticos puede inyectar un nuevo impulso al debate y la movilización en torno a la cuestión lingüística en la educación.
En resumen, la batalla ideológica entre la Generalitat y el TSJC en torno al uso del catalán y el español en las escuelas catalanas pone de manifiesto la profunda división y polarización existente en torno a este asunto. La respuesta del Gobierno regional, mediante la presentación de recursos y la movilización de figuras destacadas del independentismo, revela su determinación por defender la primacía del catalán como lengua vehicular en el sistema educativo.