El Gobierno de Cantabria está revisando el decreto del 18 de junio por el que se levantó el estado de alarma en la región para modificarlo esta semana e implantar nuevas restricciones para tratar de prevenir contagios de coronavirus y evitar rebrotes.
Entre esas medidas, el Ejecutivo estudia reducir de 25 a 15 el número máximo de personas en un grupo, controlar mediante registro los clientes que acceden a determinados establecimientos donde hay «contacto estrecho» con los empleados -como peluquerías- y adecuar también los horarios de los locales de ocio nocturno, en especial el de cierre, siguiendo el ejemplo de otras comunidades autónomas.
Eso cambios han sido avanzados este miércoles por el vicepresidente cántabro, Pablo Zuloaga, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno, en la que el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, ha expuesto la revisión que la Dirección General de Salud Pública pretende llevar a cabo del citado decreto, que entró en vigor hace poco más de un mes.
La modificación, tras la reforma el pasado miércoles para implantar el uso obligatorio de mascarillas, se aprobaría esta misma semana, ya que el objetivo es tratar de evitar contagios, especialmente en eventos sociales.
Así, entre otras, se está debatiendo que el número máximo de personas que pueden formar parte de un grupo en la ‘nueva normalidad’ se rebaje, y «lo más probable» es que pase del 25 fijado ahora a 15, ha adelantado el portavoz del Ejecutivo.
En este sentido, ha indicado que cuando se detectan positivos en un grupo de 25 los rastreadores del Covid tienen que seguir a 200 ‘primeros contactos’ de los infectados, cifra que «multiplica» el número de ‘segundos contactos’, de ahí la necesidad de controlar estas situaciones y de que se plantee, por tanto, la reducción del máximo de integrantes de un grupo.
Además, la Comunidad Autónoma estudia controlar los datos de las personas que acceden como clientes a determinados establecimientos, caso de peluquerías, donde existe un «contacto estrecho» entre usuarios del servicio y quienes lo prestan.
El fin es asimismo tener controlados los contactos ante un posible caso de coronavirus, ya que esto permitiría «agilizar» el trabajo de los rastreadores ante posibles focos.
Asimismo, el PRC-PSOE estudia adaptar los horarios en locales de hostelería, concretamente de ocio nocturno, tanto los de apertura como el control de la hora de cierre.