ECDC alerta sobre la propagación de ‘Haemophilus influenzae’, bacteria causante de infecciones

En los últimos años, la Unión Europea (UE) y el Espacio Económico Europeo (EEE) han experimentado un aumento significativo en los casos confirmados de enfermedad invasiva por ‘Haemophilus influenzae’, según el último informe del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC). Esta tendencia alarmante ha puesto en alerta a las autoridades sanitarias de la región, quienes buscan comprender las causas subyacentes y tomar medidas efectivas para contener el problema.

La COVID-19 parece ser un factor clave en este incremento. Tras el levantamiento de las restricciones y medidas relacionadas con la pandemia, los microbios causantes de enfermedades volvieron a circular libremente, lo que sugiere una correlación directa entre ambos acontecimientos.

Grupos Más Afectados y Secuelas de la Enfermedad

Los lactantes menores de un año y los individuos de 65 años o más han sido los grupos más afectados por esta enfermedad bacteriana grave. Además, se observó un ligero aumento de los casos de Haemophilus influenzae tipo b (Hib) en 2022, lo que representa el 9,1% del total de casos, en comparación con el 7% registrado en 2018.

La ‘Haemophilus influenzae’ invasiva puede provocar infecciones bacterianas graves, que van desde enfermedades respiratorias leves hasta enfermedades invasivas severas como la meningitis y la septicemia. Estas infecciones pueden ser mortales en poblaciones no inmunizadas, especialmente en el caso de la cepa de tipo B (Hib), que es la principal causa de mortalidad por meningitis.

Importancia de la Vacunación y Desafíos Pendientes

Afortunadamente, desde la década de 1980 se dispone de vacunas seguras y eficaces contra la Hib, y todos los países de la UE y el EEE las incluyen en sus programas de vacunación infantil de rutina. Estas medidas han reducido significativamente las tasas de la enfermedad y eliminado prácticamente la meningitis causada por esta bacteria en bebés y niños pequeños.

Sin embargo, a pesar de los avances, el aumento reciente de casos observado en la región ha puesto en evidencia la necesidad de reforzar los esfuerzos de vacunación y mantener una vigilancia constante. Las autoridades sanitarias deben asegurarse de que todos los niños reciban la vacuna Hib antes de los seis meses de edad y una dosis de refuerzo cuando cumplan un año, de acuerdo con las recomendaciones nacionales, para así proteger a la población más vulnerable y evitar un mayor resurgimiento de esta enfermedad potencialmente mortal.