La deuda de empresas y familias baja un 1% en el primer trimestre y alcanza el 110% del PIB

La situación económica de los hogares españoles ha experimentado una notable mejoría en el primer trimestre de 2024, según revelan los últimos datos publicados por el Banco de España. Este análisis detallado de las cuentas financieras de la economía española muestra un panorama alentador para las familias, con un crecimiento significativo en su riqueza financiera neta. Este indicador, que se calcula restando los pasivos de los activos financieros, alcanzó la impresionante cifra de 2,14 billones de euros en marzo de 2024, lo que representa un aumento del 9,8% en comparación con el mismo período del año anterior.

Este incremento en la riqueza financiera neta de los hogares es particularmente relevante en el contexto económico actual, donde la inflación y la incertidumbre económica global han sido factores de preocupación. El hecho de que los activos financieros netos representen ahora un 144,7% del PIB, un aumento de 3,4 puntos porcentuales respecto al año anterior, sugiere una mejora en la capacidad de ahorro e inversión de las familias españolas. Este fortalecimiento de la posición financiera de los hogares podría tener implicaciones positivas para el consumo y la estabilidad económica en general, proporcionando un colchón financiero más sólido frente a posibles fluctuaciones económicas futuras.

Reducción de la deuda consolidada y su impacto en la economía

La deuda consolidada de empresas no financieras y hogares e instituciones sin ánimo de lucro ha experimentado una disminución significativa, situándose en 1,63 billones de euros al cierre del primer trimestre de 2024. Esta cifra representa una caída del 1,1% en comparación con el mismo trimestre del año anterior, lo que se traduce en un descenso al 110,1% del PIB, frente al 119,3% registrado en el mismo periodo de 2023. Esta reducción de la deuda es un indicador positivo de la salud financiera tanto de las empresas como de las familias españolas.

En el caso específico de las sociedades no financieras, la deuda consolidada se redujo de 952.400 millones de euros en el primer trimestre de 2023 a 948.800 millones en marzo de 2024. Esta disminución, aunque modesta en términos absolutos, es significativa cuando se considera en relación con el PIB, ya que la ratio bajó del 69% al 64,1%. Esta tendencia sugiere que las empresas están mejorando su gestión financiera y reduciendo su dependencia del endeudamiento.

Por su parte, los hogares también han contribuido a esta tendencia positiva. La deuda de las familias experimentó una reducción notable, pasando de 695.800 millones de euros en marzo de 2023 a 681.500 millones en marzo de 2024. Esta disminución se refleja en una mejora sustancial de la ratio de deuda sobre el PIB, que bajó del 50,4% al 46% en el primer trimestre de 2024. Esta reducción del endeudamiento de los hogares puede interpretarse como un signo de mayor prudencia financiera y una mejora en la capacidad de las familias para gestionar sus finanzas personales.

Crecimiento y composición de los activos financieros de las familias

Los activos financieros en manos de las familias españolas han experimentado un crecimiento notable, alcanzando un total de 2,88 billones de euros en el primer trimestre de 2024. Este aumento del 6,7% respecto al año anterior se debe a una combinación de factores, incluyendo una revalorización de 125.000 millones de euros y una adquisición neta de activos financieros de 55.000 millones de euros durante el año.

La revalorización de los activos se concentró principalmente en las participaciones en el capital y en fondos de inversión, lo que sugiere un rendimiento positivo de las inversiones de las familias en estos instrumentos. En cuanto a la adquisición neta de activos, destaca especialmente la inversión en participaciones en fondos de inversión, seguida por los valores representativos de deuda y los depósitos. Esta distribución indica una tendencia hacia una mayor diversificación de las carteras de inversión de los hogares españoles.

La composición de los activos financieros de las familias al final del período muestra una preferencia continuada por el efectivo y los depósitos, que representan el 37% del total. Sin embargo, es notable el aumento en la proporción de participaciones en fondos de inversión, que incrementó su peso en 1 punto porcentual respecto al año anterior, principalmente debido a su revalorización. Esta tendencia podría indicar una mayor disposición de los hogares a buscar rendimientos más altos en productos de inversión, aunque manteniendo una base sólida de activos líquidos y de bajo riesgo.