El primer mitin de Kanye West en su accidentada (y poco seria) carrera presidencial no deja de dar tema de conversación. Tras haber superado ya la intensa escena en la que West llora desconsoladamente mientras relata cómo él y Kim Kardashian West estuvieron apunto de abortar a la que fue su primera hija, North West (7 años), toca hablar de una de las propuestas políticas que hizo durante el acto.
En contexto de sus profundas reflexiones y debates internos sobre el aborto, y tras contar la historia sobre North y cómo sus propios padres consideraron abortarle a él, West expresó su tendencia pro-vida. Pese a posicionarse contra el aborto, afirmó ante su audiencia en Carolina de Sur que si fuera presidente no lo prohibiría. Lo que haría en su lugar es desincentivarlo mediante cuantiosas ayudas económicas para las madres que sí opten por tener a sus hijos.
Kanye West (43) se sacó de la manga el siguiente ejemplo: «Todo el que tiene un bebé recibe un millón de dólares… o algo así». El rapero, quien decidió no abortar gracias a una «visión de Dios» y le evitó a su pareja Kim Kardashian renunciar al bebé cuando tenía las «pastillas abortivas en la mano», está comprometido a repoblar Estados Unidos.
«El aborto debería ser legal», afirmó el candidato. «Pero la opción de aumento máximo debería estar disponible».
KANYE WEST DEFIENDE SU CANDIDATURA
En este curioso evento, en el que Kanye habló sin micrófono y a la misma altura que sus oyentes, West se defendió de los que le acusan de ser una herramienta para dividir el voto de Joe Biden, haciendo así ganar a Donald Trump. «La cosa más racista que se ha dicho nunca en voz alta es la idea de que si Kanye West se postula a la presidencia, voy a dividir el voto de los negros», expresó el artista, haciendo uso de su peculiar hábito de referirse a sí mismo en tercera persona.
Si ya lo tenía difícil, debido a diversos plazos ya expirados, el candidato encuentra ahora un panorama aún peor en su escalada a la presidencia. Pese a que la semana pasada consiguió un hueco en la papeleta presidencial de Oklahoma, para aparecer en la de Carolina del Sur, estado en el que realizó el evento, necesitaba 10.000 firmas para el mediodía de este lunes, un objetivo difícil.