La Audiencia Nacional española juzgará a Mohamed E.M., ciudadano marroquí acusado de pertenencia a organización terrorista. La Fiscalía solicita para él una pena de 10 años de prisión por su presunta participación en actividades terroristas en Siria como miembro del Frente Al-Nusra, antigua filial de Al Qaeda en el país.
Pruebas y acusaciones
El Ministerio Público basa su acusación en la participación activa de Mohamed E.M. en las filas del Frente Al-Nusra, organización que posteriormente pasaría a denominarse Hayat Tahrir Al-Sham (HTS). Este grupo terrorista, implicado en el conflicto sirio, buscaba derrocar al presidente Bashar al Assad e instaurar un califato islámico bajo la ley Sharía, objetivos similares a los del Estado Islámico.
Entre las pruebas presentadas destacan diversas publicaciones en redes sociales, especialmente en el perfil de Facebook ‘Abu Yihad’, donde el acusado aparecía con indumentaria militar, portando fusiles AK-47 y realizando la señal del tawhid (la unicidad de Dios). En una de las imágenes, incluso se le observa «pisando cadáveres de miembros del Ejército Árabe Sirio».
Delitos y condena solicitada
La Fiscalía considera probado que Mohamed E.M. se unió al Frente Al-Nusra y participó en sus actividades terroristas. Además de combatir en Siria, se le acusa de utilizar perfiles en redes sociales para reclutar a otros individuos y enviarlos a la zona de conflicto.
El escrito de acusación subraya que, tras su detención en 2022, el acusado continuó en contacto con miembros de la organización terrorista desde prisión.
El delito de pertenencia a organización terrorista, por el que se le juzga, está penado con hasta 10 años de cárcel e inhabilitación para empleo o cargo público. La Fiscalía solicita la pena máxima, así como 16 años de inhabilitación absoluta y 10 de inhabilitación especial.
Contexto y peligrosidad del Frente Al-Nusra
El Frente Al-Nusra, organización a la que perteneció el acusado, se caracterizaba por su especialización en tácticas de guerra híbrida y el uso de artefactos explosivos improvisados (IED) y atentados suicidas. Aunque desde 2012 mantenía enfrentamientos con el Estado Islámico por su negativa a disolverse, compartía con este último grupo terrorista su objetivo de instaurar un califato islámico en la región.