La Policía india informó sobre la detención de seis personas relacionadas con la trágica estampida que tuvo lugar el martes durante una ceremonia religiosa en el norte del país, causando la muerte de 121 personas.
El inspector general de la Policía, Shalabh Mathur, detalló que los detenidos desempeñaban labores de voluntariado, específicamente en la gestión de multitudes y la recaudación de fondos para el evento.
El trágico suceso ocurrió en Hathras, una ciudad del estado de Uttar Pradesh, donde aproximadamente 150.000 devotos se congregaron para escuchar a un gurú hindú. Esta cifra excedía significativamente el límite de 80.000 personas que las autoridades habían autorizado para asistir al evento, lo que llevó a una situación de caos y pánico.
Las víctimas, en su mayoría mujeres, fueron aplastadas en la multitud cuando la situación se descontroló. Según los responsables de gestión de desastres de Uttar Pradesh, la estampida dejó 121 muertos, y numerosas personas resultaron heridas.
Esta tragedia subraya la necesidad de una mejor gestión de las multitudes y medidas de seguridad más estrictas en eventos de gran afluencia.
La comunidad local y las autoridades están consternadas por la magnitud del desastre. Familias de las víctimas han expresado su dolor y han solicitado que se tomen medidas para evitar que se repitan incidentes similares en el futuro.
Mientras tanto, las investigaciones continúan para determinar las causas exactas de la estampida y si hubo negligencia por parte de los organizadores.
1Otros incidentes en India
India ha sido escenario de varios incidentes trágicos durante celebraciones religiosas debido a la mala gestión y fallos de seguridad. En 2008, una estampida cerca de un templo en la ciudad de Jodhpur, también en el norte de India, resultó en la muerte de al menos 224 peregrinos y dejó a más de 400 heridos.
Estos incidentes recurrentes destacan la necesidad urgente de mejorar los protocolos de seguridad y la gestión de eventos masivos para proteger a los asistentes.
El gobierno y las organizaciones religiosas están llamados a implementar medidas preventivas y a garantizar que se respeten los límites de aforo en eventos futuros. La tragedia de Hathras debe servir como una dolorosa lección para reforzar la seguridad y evitar que más vidas se pierdan en circunstancias similares.
