El sistema financiero de República Dominicana ha demostrado un fuerte compromiso con el desarrollo de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) en el país. Los datos revelan que el crédito destinado a este segmento productivo alcanzó niveles históricos al cierre del año 2023, con un balance adeudado de 487.748 millones de pesos dominicanos (aproximadamente 7.649 millones de euros).
Este notable desempeño se traduce en que las mipymes recibieron el 25,1% del crédito total de la cartera bancaria dominicana, lo que representa un crecimiento interanual del 20,5% en comparación con el ejercicio anterior. Este resultado supera ampliamente el promedio de los últimos cuatro años, que se ubicaba en torno al 12,6%.
Sectores Económicos Principales Beneficiados
Los sectores económicos que concentraron la mayor parte de la financiación a mipymes fueron comercio, actividades inmobiliarias, construcción, industria manufacturera, hoteles, bares y restaurantes, y actividades financieras, representando el 77,3% del total adeudado por este segmento.
Particularmente, se destaca el comportamiento de las pequeñas empresas, cuyo crecimiento del 20% al cierre de 2023 contrastó con la contracción experimentada entre junio de 2021 y mayo de 2022. Este dato revela la importancia que ha cobrado el apoyo financiero a este eslabón fundamental de la economía dominicana.
Evolución de las Tasas de Interés y Moneda
En cuanto a las tasas de interés, las mipymes registraron un costo de financiamiento promedio del 13,4%, ligeramente superior al 12,1% de los últimos cinco años. Las empresas micro fueron las que enfrentaron las mayores tasas, cerrando 2023 en 15,5% y promediando 14,5% durante el mismo período.
Por otra parte, las mipymes redujeron levemente su exposición en moneda extranjera, pasando del 28,6% de su cartera en dólares estadounidenses en diciembre de 2022 a un 27,4% al cierre de 2023. No obstante, esta participación sigue siendo más alta que el promedio de 24,6% registrado en los últimos cinco años.
En resumen, el sistema financiero de República Dominicana ha demostrado un sólido apoyo a las mipymes, canalizando una considerable proporción de su cartera crediticia a este segmento clave de la economía. Este impulso ha sido particularmente relevante para las pequeñas empresas, así como para sectores estratégicos como el comercio, la construcción y las actividades inmobiliarias. Si bien las tasas de interés siguen representando un desafío, la evolución positiva en la reducción de la exposición en moneda extranjera apunta a una mayor estabilidad y sostenibilidad de este vital flujo de financiamiento.
