Los días de verano ya están en presentes en toda España y los coches suelen gastar más gasolina de lo habitual debido al uso excesivo del aire acondicionado. Esta acción requiere una energía importante para refrescar el habitáculo. El sistema de aire acondicionado incrementa el consumo de gasolina de un vehículo particular más que cualquier otra función auxiliar del coche. Ante esto, hay que ser consciente sobre sobre su utilización para que puedas ahorrar más dinero al mes.
En un coche con motor de combustión interna, el aumento del consumo de gasolina debido al aire acondicionado puede ser de hasta del 30% en zonas urbanas de acuerdo a varios estudios de empresas automotrices. De acuerdo con especialistas en la materia, este gasto de gasolina puede disminuir en la medida en que el conductor utilice de manera más eficiente el equipo de refrigeración, lo que requiere incorporar hábitos y cuidados cruciales para que no se sobrecargue el sistema.
Arrancar con las ventanillas bajas para ahorrar gasolina
Si un coche estaba expuesto al sol, el habitáculo se encontrará a una alta temperatura y el aire acondicionado tendrá que hacer un gran gasto de energía para disminuirla. Por eso, lo más recomendable es que ese primer enfriamiento no lo haga el acondicionador gastando gasolina, sino que se genere naturalmente con el ingreso de aire exterior bajando las ventanillas del vehículo particular.
Hay que ventilar todo el coche mientras se conduce con las ventanillas abiertas unos minutos y con la climatización encendida, pero con una baja potencia de la habitual. Una vez que el sistema de refrigeración comience a tirar aire frío, se deben cerrar las ventanas e incrementar la velocidad del ventilador. Esta combinación no solo te ahorra muchos euros al mes por la reducción de gasolina sino también que el sistema de refrigeración es mucho más eficiente y rápido.
hay que ser consciente sobre sobre su utilización para que puedas ahorrar más dinero.
Dirigir hacia arriba los flujos de aire frío
Otro punto importante para que no haya tanto gasto de combustible es que el conductor puede escoger a qué rejillas direccionar el aire. Para poder sacarle el máximo al sistema de frío generado por el equipo, lo ideal es ajustarlo para que tire viento sólo por las ventilaciones superiores: las del cuadro de instrumentos. Es importante resaltar que hay que impedir que parte del flujo refrigerado vaya hacia el piso o hacia el parabrisas. En esta línea, en verano es recomendable siempre orientar hacia arriba las rejillas de las salidas de aire.
Cabe destacar que el aire frío es más denso que el aire caliente, por lo que se inclinara a bajar y a posicionarse en la parte inferior del vehículo. Esto provocará un efecto cortina de aire que brinda la posibilidad de incrementar el confort en el interior y disminuir la temperatura de forma uniforme. Conocer cómo funciona este sistema de refrigeración hará que puedas pasar el verano de forma más eficiente.