La legumbre, que incluye frijoles, garbanzos, guisantes y lentejas, es conocida por su capacidad para adaptarse a una variedad de platos, desde guisos sustanciosos hasta ensaladas frescas. De hecho, la legumbre puede ser una excelente base para cremas, como el hummus, o incluso para hamburguesas vegetarianas cuando se combina con otros ingredientes. Entre todas las opciones, la lenteja destaca por su perfil nutricional excepcional y su versatilidad en la cocina.
La Universidad de Harvard, a través de su publicación Harvard Health Publishing, recomienda consumir lentejas entre tres y cuatro veces a la semana. Esta recomendación se basa en los numerosos beneficios que esta legumbre aporta a la salud. La lenteja es una fuente rica de fibra, proteínas, ácido fólico, zinc y hierro, nutrientes esenciales que contribuyen a una dieta equilibrada y saludable.
Beneficios de consumir esta legumbre
Uno de los principales beneficios de la lenteja es su capacidad para ayudar a mantenerse joven. La lenteja contiene polifenoles, micronutrientes con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Estos compuestos ayudan a proteger el cuerpo contra el envejecimiento prematuro y diversas enfermedades. Además, la legumbre como la lenteja es baja en grasa y no contiene gluten, lo que la convierte en una opción ideal para personas con intolerancias alimentarias.
La lenteja también es una aliada efectiva para la pérdida de peso. Gracias a su alto contenido de fibra y proteínas, la lenteja proporciona una sensación de saciedad prolongada, lo que puede ayudar a reducir el consumo de alimentos menos saludables. La fibra presente en esta legumbre también contribuye a un sistema digestivo saludable, previniendo problemas como el estreñimiento. Incorporar la legumbre en la dieta diaria puede mejorar significativamente la salud digestiva y promover un tránsito intestinal regular.
Cómo incluir lentejas en tu dieta
Otro beneficio importante de la lenteja es su capacidad para regular los niveles de colesterol. Esta legumbre contiene inulina y pectina, componentes que retienen agua y reducen la velocidad de absorción de las grasas en el organismo. Esto ayuda a disminuir los niveles de LDL, conocido como ‘colesterol malo’, contribuyendo así a la salud cardiovascular. Además, una ración de lentejas puede proporcionar más de un tercio del hierro diario necesario, comparable al contenido de hierro en las espinacas, haciendo de la legumbre una excelente opción para combatir la anemia.
Para incluir lentejas y otras variedades de legumbre en la alimentación diaria, hay muchas opciones creativas y deliciosas. Las lentejas se pueden preparar en platos tanto calientes como fríos. Desde el clásico estofado de lentejas con verduras hasta ensaladas de lentejas con una variedad de hortalizas, las posibilidades son infinitas. Además, puede transformarse en hamburguesas vegetarianas, combinada con sofrito de verduras y especias, o en hummus de lentejas, una alternativa deliciosa al tradicional hummus de garbanzo. Así, la legumbre puede enriquecer nuestra dieta de formas variadas y apetitosas, mejorando nuestra salud y bienestar.