La Atención Primaria del Sistema Nacional de Salud se enfrenta a una crisis de recursos humanos que podría agravarse durante los meses de verano. La falta de profesionales sanitarios, especialmente médicos de familia y comunitarios, es un problema que viene arrastrándose desde hace años y que requiere de soluciones integrales y a largo plazo.
El Congreso de los Diputados ha debatido una proposición no de ley impulsada por el Partido Popular para abordar esta situación con «extrema urgencia» y «de utilidad real«. La propuesta planteaba dar prioridad a la homologación de títulos universitarios y especialidades extracomunitarios, así como a permitir que los Médicos Internos Residentes (MIR) de cuarto año puedan atender a los pacientes durante el verano bajo la supervisión adecuada.
LA POSTURA DEL PP
Durante la defensa de la propuesta, la diputada del Partido Popular Ester Muñoz ha señalado que, debido a la pandemia de Covid-19, los MIR se incorporaron en septiembre de 2020 en lugar de hacerlo en mayo, como es habitual. Esto ha provocado que 2.224 MIR de Medicina de Familia y Comunitaria de cuarto año no hayan terminado aún su formación. Muñoz ha criticado a la ministra de Sanidad por no haber elaborado ningún «plan de contingencia» en los últimos cuatro años para hacer frente a esta situación.
LA POSTURA DEL PSOE Y PODEMOS
Por su parte, la diputada del PSOE Rafaela Crespín ha censurado al PP por no tener «autoridad moral» para presentar esta propuesta, recordando que en Andalucía han despedido a 5.000 profesionales sanitarios justo antes del verano. Crespín ha insistido en que son las Comunidades Autónomas las que deben planificar, gestionar e invertir en sanidad para garantizar el acceso universal, gratuito y de calidad al sistema público.
El diputado de Podemos Javier Sánchez Serna ha mencionado dos enmiendas presentadas a la propuesta del PP. La primera, para retirar la nota de corte del examen MIR mientras sigan faltando profesionales de Atención Primaria. La segunda, para garantizar la calidad docente de los residentes mediante la instauración de las Auditorías de las Unidades Docentes.
LA POSTURA DE VOX
El diputado de Vox Emilio Jesús del Valle ha anunciado enmiendas a la propuesta del PP, mostrándose en contra de «homologar todo tipo de títulos«. En su lugar, proponen garantizar los «más altos estándares en la calidad y la seguridad formativa y asistencial«, especialmente para los españoles que han estudiado profesiones sanitarias en el extranjero.
Además, Vox insta al Gobierno a promover el incremento de los límites máximos de las plazas en los grados de la rama de Ciencias de la Salud que se imparten en las universidades públicas, así como a mejorar las condiciones laborales de los profesionales del Sistema Nacional de Salud.
CRÍTICAS DE OTROS GRUPOS PARLAMENTARIOS
Por parte del EAJ-PNV, Maribel Montero ha criticado que la ministra de Sanidad haya reunido a las Comunidades Autónomas «tarde» para tratar este asunto, pero ha lamentado que el PP «no asuma ninguna responsabilidad» en la falta de profesionales, como la reducción de plazas MIR en 2008.
El diputado de GEH-Bildu Iñaki Ruiz de Pinedo ha criticado que el PP use la sanidad «como arma arrojadiza, manipulando políticamente la situación«, señalando que «el agravamiento de la situación no es cosa de este verano«.
Por parte de ERC, Inés Granollers ha censurado que «las políticas impulsadas por el Partido Popular en los últimos años han puesto en peligro la salud» por sus recortes en este ámbito, calificando la PNL de «desfachatez«. En el mismo sentido se ha expresado Candela López por parte de Sumar, tachando de «hipócrita» la actitud del PP.
En definitiva, la crisis de la Atención Primaria en el Sistema Nacional de Salud ha generado un intenso debate político en el Congreso de los Diputados, con propuestas y críticas de los diferentes grupos parlamentarios. La búsqueda de soluciones efectivas y a largo plazo para garantizar una atención sanitaria de calidad a los ciudadanos se perfila como un reto prioritario en la agenda política.