La desaparición de dos espeleólogos en la cueva Garma Ciega-Sima del Sombrero, en Soba, Cantabria, desencadenó una operación de rescate sin precedentes. Un total de 125 efectivos de diversas administraciones participaron en la ardua tarea, aportando 912 horas de trabajo y movilizando 11 vehículos, dos helicópteros y drones del Gobierno de Cantabria.
La preocupación por la situación era «alta», según la consejera de Seguridad de Cantabria, Isabel Urrutia, ya que los rescatistas no lograron encontrar a los afectados en la revisión de la vía principal. Ante esta situación, se desplegaron todos los recursos a disposición de la emergencia, con el objetivo primordial de salvar dos vidas.
Coordinación y Profesionalidad en el Rescate
El Gobierno de Cantabria ha destacado el «trabajo y la profesionalidad» de todos los efectivos que intervinieron en el rescate desde el domingo. La «destreza y la eficacia» de los 125 intervinientes, conformados por personal técnico de rescate, Agentes del Medio Natural, equipos de drones, Cruz Roja, UME, Guardia Civil y agrupaciones de voluntarios de Protección Civil, ha sido elogiada por la consejera Urrutia.
La «alta capacidad de respuesta» de los cuerpos de intervención en Cantabria ha quedado demostrada en esta operación de «gran dificultad y mucha exigencia», dada la complejidad técnica de la cavidad en la que se produjo el incidente. La consejera ha agradecido la «disposición mostrada y la inmediatez en la respuesta» tanto de la Administración estatal como de la Comunidad vecina de Castilla y León, de donde proceden los espeleólogos.
El Desenlace Feliz de una Odisea
Después de intensas jornadas de búsqueda, los espeleólogos fueron finalmente localizados ilesos en el interior de la cueva. Según su propio testimonio, se habían extraviado sin poder regresar a la vía principal, por lo que esperaron pacientemente a ser rescatados.
La operación de rescate, coordinada desde un Puesto de Mando Avanzado (PMA) ubicado en el polideportivo del colegio de La Gándara, contó con el apoyo aéreo de helicópteros y drones, y la participación de equipos de búsqueda en el interior de la cavidad. Afortunadamente, la experiencia y profesionalidad de los rescatistas permitieron dar con el paradero de los desaparecidos y concluir la emergencia con éxito.