Rusia emitió una seria advertencia a Estados Unidos, señalando posibles «consecuencias» después de un bombardeo ucraniano en Crimea que, según Moscú, se llevó a cabo con misiles estadounidenses.
Esta acción ha llevado a Rusia a convocar a la embajadora estadounidense en Moscú, Lynne Tracy, para expresar su descontento.
Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, describió el bombardeo en Sebastopol como un acto de «barbarie» y acusó a Washington de ser responsable de la muerte de niños rusos, ya que dos de las cuatro víctimas del ataque eran menores.
Peskov subrayó que la participación de Estados Unidos en este conflicto, que resultó en la muerte de ciudadanos rusos, debe tener consecuencias, aunque no especificó cuáles serían.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia también informó sobre la convocatoria de la embajadora Tracy, comunicándole que se tomarán «medidas de represalia».
En un comunicado, el ministerio afirmó que Washington comparte la misma responsabilidad que el gobierno de Kiev por esta «atrocidad» y aseguró que el ataque no quedará impune.
1Rusia acusa a Estados Unidos por ataque
Moscú sostiene que el ataque del domingo en Sebastopol fue realizado con misiles ATACMS, suministrados por Estados Unidos y cargados con ojivas de racimo.
Las autoridades designadas por Rusia en Crimea indicaron que los misiles impactaron en una zona turística de la ciudad portuaria, afectando áreas con playas y hoteles.
En declaraciones anteriores, el presidente ruso, Vladimir Putin, había criticado el envío de armas de largo alcance a Ucrania por parte de las potencias occidentales.
Putin sugirió que si estos países creen que pueden enviar tales armas a una zona de conflicto para atacar territorio ruso, entonces Rusia tiene el derecho de enviar armas similares a otras regiones del mundo para golpear instalaciones sensibles en países que actúan en su contra.
Putin dejó abierta la posibilidad de una respuesta asimétrica, insinuando que Rusia considerará sus opciones.
Peskov también hizo referencia a las declaraciones de Putin sobre la provisión de datos por parte de países occidentales a Ucrania para llevar a cabo bombardeos.
Por su parte, el jefe de la oficina del presidente ucraniano, Andréi Yermak, reiteró que «Crimea es Ucrania«. Además, Mijaílo Podoliak, asesor del presidente ucraniano, sugirió que Crimea es un objetivo militar legítimo en el contexto del conflicto.
Esta escalada en la retórica y las acciones entre Rusia y Estados Unidos añade tensión a una situación ya de por sí volátil, con implicaciones significativas para la estabilidad regional y global.