La industria química alemana BASF ha anunciado que no ejecutará una inversión de hasta 2.600 millones de dólares (2.425 millones de euros) en una planta de refinado de níquel y cobalto en Weda Bay (Indonesia). Esta planta se iba a realizar en régimen de ‘joint-venture’ con la francesa Eramet.
La compañía ha señalado que la disponibilidad mundial de estos materiales clave para la fabricación de baterías se ha incrementado, por lo que ya «no aprecia la necesidad de hacer una inversión tan cuantiosa». No obstante, BASF sigue considerando crucial el suministro seguro, responsable y sostenible de estas materias primas críticas para el futuro desarrollo de su negocio de materiales para baterías.
La disponibilidad mundial de níquel y cobalto
BASF ha indicado que la disponibilidad a nivel mundial de níquel y cobalto, materiales clave para la fabricación de baterías, se ha incrementado. Esta situación ha llevado a la compañía a reconsiderar la necesidad de realizar una inversión tan cuantiosa en la planta de refinado en Indonesia.
La producción de baterías es un negocio estratégico para BASF, por lo que el suministro seguro, responsable y sostenible de materias primas críticas, como el níquel y el cobalto, sigue siendo crucial para el futuro desarrollo de esta línea de negocio. Sin embargo, la mayor disponibilidad de estos materiales a nivel global ha hecho que la empresa ya no aprecie la necesidad de realizar una inversión tan elevada como la inicialmente planificada.
Es importante destacar que la planta de procesamiento iba a producir unas 67.000 toneladas de níquel y 7.500 toneladas de cobalto al año, según informó el Ministerio de Inversiones de Indonesia en enero del año pasado. Esta capacidad de producción habría sido relevante para satisfacer la creciente demanda de estos materiales clave para la fabricación de baterías.
El impacto de la decisión de BASF
La decisión de BASF de no ejecutar la inversión en la planta de refinado de níquel y cobalto en Indonesia tendrá un impacto en la cadena de suministro de estos materiales estratégicos.
Por un lado, la disponibilidad de níquel y cobalto a nivel mundial seguirá siendo crucial para el desarrollo del negocio de baterías de BASF. La empresa deberá asegurar un suministro estable y sostenible de estas materias primas a través de otras fuentes y proveedores.
Por otro lado, la cancelación de este proyecto de inversión en Indonesia tendrá repercusiones a nivel local, ya que se había previsto que la planta generaría una importante cantidad de empleo y actividad económica en la región de Weda Bay.
En resumen, la decisión de BASF de no proceder con esta inversión millonaria se debe a la mayor disponibilidad mundial de níquel y cobalto, lo que ha llevado a la compañía a reconsiderar la necesidad de realizar una inversión tan cuantiosa. No obstante, el suministro seguro y sostenible de estas materias primas críticas sigue siendo fundamental para el futuro desarrollo del negocio de baterías de BASF.