Los datos más escalofriantes de la historia antigua pueden dejar a cualquiera con los pelos de punta. Los datos que salieron a la luz en redes sociales abarcan información sobre los monarcas más temibles y pueden despertar el asombro y la curiosidad de los más cotilleros.
Reyes que escondían partes de su cuerpo, cadáveres explotados, brujerías y polémicos secretos de belleza son algunos de los datos que circulan en las redes sociales y que los usuarios no tardaron en descubrir y hacer virales.
Un corazón negro y un cuerpo que explotó, los datos más asombrosos
Uno de los primeros datos asombrosos de la historia española involucra a Catalina de Aragón. La monarca murió en 1539 por una extraña enfermedad que le dejó el corazón negro. Aunque aún no está confirmado, se dice que esto habría sido a causa del cáncer, aunque otros afirman que podría haber sufrido un envenenamiento.
Algo así de extraño ocurrió con Enrique VIII en el momento de su muerte. El féretro del monarca sufrió un curioso efecto que, según se dijo, respondía a su excesivo peso que llegaba a los 180 kilos. Cuenta la leyenda, que su cadáver fue encerrado y transportado en un ataúd de plomo que explotó en la capilla donde fue depositado y sus restos se desparramaron por el suelo.
Los secretos de la reina Isabel I, otros datos curiosos inesperados
En la historia británica, la reina Isabel I también fue motivo de asombro por los estudiosos debido al secreto de belleza que usaba y que podría generar nauseas a cualquiera. La monarca elegía poner orina en su rostro como modo de preservar su juventud y también usaba un peligroso maquillaje. La mujer usaba ‘blanc de ceruse de Venise’, el blanqueador de piel contenía plomo mezclado con vinagre y que provocaba daños irreparables en la epidermis.
También, la reina mantenía una obsesión irracional que se relacionaba con sus manos. Isabel I odiaba sus dedos largos por lo que trataba de ocultarlo en los retratos oficiales. Para ello, elegía guantes y así se puede ver durante las pinturas de su coronación. Ana Bolena también integra la lista de datos más sorprendentes de la historia. Después de ser decapitada, la mujer fue protagonista de un raro y aterrador fenómeno: sus ojos y boca se movieron después de que su cabeza fue cortada pero esto tiene una explicación científica: los torrentes sanguíneos siguieron enviando información al cerebro por un breve momento, lo que justifica estos movimientos.