Un año después de su investidura, el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, se enfrenta a un escenario complejo con un gobierno en minoría y la incertidumbre sobre el futuro del pacto con ERC. El PSC, con tan solo 10 concejales de los 41 del Ayuntamiento, ha logrado mantener la alcaldía gracias a un preacuerdo con ERC, pero la entrada de los republicanos en el gobierno aún no es una realidad.
Un año en minoría: Presupuestos aprobados, gobierno en vilo
Desde su llegada a la alcaldía, Collboni ha impulsado una serie de medidas, incluyendo el Plan Endreça para mejorar la limpieza y la seguridad en la ciudad, y el Plan Clima Escola para climatizar las escuelas. También ha inaugurado proyectos de vivienda iniciados en el mandato anterior. Sin embargo, el futuro de su gobierno se encuentra en vilo, con la incertidumbre sobre la decisión final de ERC de unirse al ejecutivo.
El primer gran reto para Collboni fue la aprobación de los Presupuestos de 2024. Para lograr su objetivo, el alcalde se vio obligado a recurrir a una cuestión de confianza tras no obtener el apoyo de la mayoría absoluta del Ayuntamiento. Finalmente, los Presupuestos fueron aprobados con el voto favorable de ERC.
ERC: ¿Aliado en el gobierno o simple aliado en las cuentas?
La decisión de ERC de entrar en el gobierno del PSC ha estado en suspenso durante meses. Tras la firma de un preacuerdo, la militancia de los republicanos debía votar la propuesta en un congreso extraordinario, pero este se ha aplazado «sine die» por falta de aforo.
La decisión de ERC se encuentra ahora en vilo, con el partido republicano esperando a conocer el resultado de la ronda de consultas para la investidura en el Parlament. La incertidumbre sobre el pacto con ERC genera inestabilidad en el gobierno de Collboni, que se enfrenta a un panorama político complejo.
La oposición: Un coro de críticas a la gestión de Collboni
La oposición no ha dudado en criticar la gestión de Collboni durante este primer año de mandato. Junts lamenta la falta de dirección en la ciudad, mientras que los Comuns reclaman un gobierno progresista. ERC, por su parte, celebra el acuerdo presupuestario y considera que ha logrado influir en la dirección de la ciudad.
El PP se congratula de haber terminado con el mandato de Ada Colau gracias a su apoyo a la investidura de Collboni. Vox, por su parte, se considera el único partido que no ha «entrado en el juego de sillas» y ha mantenido una postura consistente.
La situación actual del gobierno de Collboni pone de manifiesto la complejidad de la política municipal en Barcelona. El alcalde deberá afrontar los próximos meses con un gobierno en minoría y con la incógnita de la decisión final de ERC sobre su participación en el ejecutivo.