El PP de Alberto Núñez Feijóo aborda el debate interno tras las elecciones europeas por su relación en el Parlamento Europeo y el ultimátum dado por el Gobierno de Pedro Sánchez sobre la reforma del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). El núcleo duro de los ‘populares’ insiste en no facilitar ningún movimiento a Ferraz al considerar que darle alas en la Eurocámara sería un «error garrafal» dada la irrupción de partidos contrarios al PSOE.
«Sería gasolina para quienes han puesto líneas rojas cuando nuestro mensaje es muy claro: somos un muro frente al ‘sanchismo‘», indican. No obstante, dentro del seno del partido existe una corriente más favorable a enterrar la crispación generada hasta ahora. «En la confrontación, el Gobierno hace oposición a la oposición y nosotros debemos responder con propuestas serias e intentar sacarlas adelante, incluso con el apoyo del PSOE», apuntan.
En este sentido, destacan la tendencia favorable en las últimas cuatro elecciones, con mayoría absoluta en Galicia, un gran resultado en Cataluña y la victoria en las europeas. «Así es como conseguimos ganar la batalla al PSOE», destacan.
En el núcleo duro e inflexible del PP consideran que las nuevas mayorías del Parlamento Europeo podrían dar escenarios inéditos, pero al mismo tiempo señalan la necesidad de poder hacer que el PSOE tengan una menor presencia. «No podemos hacer comisaria europea a Teresa Ribera después de que (Ursula) Von der Leyen no se haya pronunciado sobre la amnistía», apuntan. En este sentido, «hay que medir muy bien los movimientos».
LA GRAN BATALLA SE LIBRA EN EL CGPJ
Y es que, el PP de Alberto Núñez Feijóo quiere un compromiso fuerte de la presidenta de la Comisión Europea para evitar que el PSOE gane la batalla del relato sobre la amnistía. Y es que, los cambios de opinión también discurren por Europa y la familia europea ‘popular’ no está tan unida como hace cinco años. Cinco eurodiputados de ese mismo grupo ya han rechazado mantener a Von der Leyen al frente de la Comisión y abogan por un cambio en las reglas impuestas, especialmente en cuanto a la relación económica y la agenda verde se refiere.
Los ‘populares’ ven necesaria una reforma para la elección de los jueces con el fin de que éstos se elijan entre sí
De vuelta a España, el CGPJ centra toda la atención. En el núcleo duro, el rechazo al PSOE en todas y cada una de sus propuestas es «absoluto». Primero, porque el PP haría un cambio de opinión de los que marcan un antes y un después. «Sería una catástrofe otorgar una reforma del CGPJ al PSOE de Pedro Sánchez», destacan. No obstante, no ven con malos ojos la negociación entre Esteban González-Pons y Félix Bolaños con la intermediación de la Comisión Europea, eso sí, sin Reynders de por medio.
QUE LOS JUECES ELIJAN A LOS JUECES
Al PP no le asustan los «chantajes» de Pedro Sánchez, como tampoco los ultimátums, como los lanzados por el presidente del Gobierno y Salvador Illa, que emplazan a reformar el CGPJ saltándose el reglamento establecido. Los ‘populares’ ven necesaria una reforma para la elección de los jueces con el fin de que éstos se elijan entre sí, sin intermediación política y permitiendo una mayor separación de poderes. No obstante, la política solo tiene potestad constitucional para modificar ocho de los veinte asientos -cuatro por el Congreso y otros cuatro por el Senado-, mientras que los doce restantes se escogen por decisión de los propios magistrados.
Para poder reformar la fórmula de elección sería necesario un cambio en la Constitución, con un referéndum, disolución de las Cortes y que las nuevas Cámaras refrenden la consulta. No se trata de un mero cambio de denominación del término minusválido, sino un cambio estructural para el órgano de gobierno de los jueces. Asimismo, el modelo propuesto por el Gobierno pasaría por una nueva ley y que fuera refrendada por la mayoría actual del Congreso.
La propuesta ha tenido una rápida respuesta: un rotundo ‘no’ desde las filas ‘populares’ porque «esta reforma esconde algo perverso: concentrar todo el poder en La Moncloa. Es inconstitucional», puntualizan. «Barbaridad», «chantaje» y «pseudodictadura» son algunos de los calificativos pronunciados desde este sector.
EL PP RECHAZA CUALQUIER ACUERDO CON EL PSOE
El PP llegó a facilitar el pacto con el PSOE hasta en tres ocasiones, pero los acuerdos alcanzados con la anterior cúpula quedaron en agua de borrajas. «No era factible pactar con Pedro Sánchez y después tener que explicarlo a los votantes», consideran.
Los socialistas repican y reiteran que el CGPJ está bloqueado desde hace 2.000 días, que la reforma debe realizarse lo antes posible y llegan a esgrimir un coste económico por este hecho de hasta 12,5 millones de euros por los retrasos y las vacantes. No obstante, ninguno de los vocales considerados progresistas ha dejado el asiento como muestra de disconformidad con la situación actual, como tampoco el PSOE les ha obligado a hacerlo. Eso sí, el presidente del CGPJ, Vicente Guilarte, ha amagado con la dimisión.
Este núcleo duro del PP, además, no solo se circunscribe a Madrid, sino también a Cataluña, Andalucía y Valencia. Las críticas al PSOE se suceden, los socialistas continúan señalando al PP, pero el CGPJ tendrá que esperar unos días más para poder aplicar una reforma que mantenga la separación de poderes en España.
