IU se ha quedado fuera del Parlamento Europeo por primera vez en 38 años. La Eurocámara es el único gran altavoz que tenía la formación liderada por Antonio Maíllo sin tener que pasar por la unidad con Movimiento Sumar. El intento pasaba por dejar correr la lista parlamentaria y evitar que Estrella Galán o Jaume Asens cogieran el acta para asumir sus responsabilidades por el batacazo.
El batacazo de Sumar fue de los que marcaron época, bajando incluso por debajo de Podemos y luchando en algunos territorios con ‘Se acabó la fiesta‘ de Alvise Pérez. En Cataluña, además, Podemos superó ampliamente a Sumar en todas y cada una de las cuatro provincias. Para este viaje no hacían falta tantas alforjas.
IU busca por todos los medios la fórmula para que Manu Pineda obtenga su escaño, pero los fucsias permanecen impasibles ante las peticiones. No entran en razones ni tampoco aceptan los ultimátums. «Galán y Asens recogerán el acta», apuntan fuentes de la formación. En IU consideran que los malos resultados deben reflejarse también con «decisiones políticas». «Irene Montero nos ha ganado en Cataluña y nadie asume nada», afirman desde IU.
ASENS Y GALÁN SE NIEGAN A CEDER ANTE IU
Una semana después de la debacle europea, con la dimisión en diferido de Yolanda Díaz, que ya no coordina el grupo y en su lugar entra una gestora pilotada por Elizabeth Duval, Lara Hernández, Rosa Martínez y Txema Guijarro, IU insta a Sumar a mover ficha, pero no lo hace en solitario, sino que se alía con los de Íñigo Errejón y Mónica García, líderes de Más País y Más Madrid, respectivamente. Además, no cierran la puerta a negociar con Podemos, que podría pasar de formar parte del Grupo Mixto a tener grupo propio dentro del Congreso de los Diputados con los cinco salientes de la formación de IU.
De materializarse la amenaza, Nahuel González, Enrique Santiago, Toni Valero, Engracia Rivera y Fèlix Alonso podrían borrar de un plumazo su apoyo directo a Sumar en el Congreso, provocando un auténtico dolor de cabeza al PSOE. Asimismo, Compromís tampoco dará su brazo a torcer tan fácilmente y se ha alejado de palabra, pero no de acción de Yolanda Díaz, quien seguirá coordinando las relaciones entre el Gobierno y el grupo en el Congreso de los Diputados.
Los diputados de IU, además, conservan importantes cargos dentro de las Cortes Generales. González, por ejemplo, es el portavoz en Memoria Democrática, Infancia, Deporte y portavoz adjunto en Cultura; mientras que Alonso tiene la responsabilidad en Transportes, Consumo y la portavocía en la Comisión Mixta de Seguridad Nacional.
IU, CON UN GRUPO PROPIO CON PODEMOS
Santiago, voz cantante y disonante proisraelí en Sumar, tiene en su mano los temas relacionados con Justicia e Interior, mientras trabaja en las Comisión de control a RTVE. Valero, por otro lado, tiene la voz en la comisión de Agricultura, además de ostentar la Secretaría Segunda.
Rivera, por su parte, es presidenta en la Comisión Mixta para la Coordinación y Seguimiento de la estrategia española para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), además de pilotar los temas en la Comisión de Hacienda y Función Pública, como en la Comisión Mixta para las relaciones con el Tribunal de Cuentas. Además, de estar presente en la Comisión de Igualdad.
Fèlix Alonso, además, refuerza a Podemos en Cataluña en caso de una unión con los ‘morados’ de Irene Montero e Ione Belarra. Todo, tras el terremoto en Sumar, con una dimisión a medias de Yolanda Díaz y sin que nadie asuma responsabilidades reales ante un período de reflexión y con una gestora con afines a Yolanda Díaz al frente.
TRATO PREFERENTE A MAÍLLO O RUPTURA
El espacio se parte en cuatro y nadie quiere depender ahora de Díaz. De hecho, todos defienden su autonomía en la formación. En este sentido, IU exige un trato preferente, como si de una negociación bilateral se tratara, al mismo estilo que Carles Puigdemont con Pedro Sánchez, pero con el riesgo de perderlo absolutamente todo. Y es que, la historia del declive de IU se lleva produciendo desde 2014, resistiéndose a morir políticamente.
La alianza entre IU con Sumar no ha llegado a cuajar. Yolanda Díaz se encargó de repetírselo a Maíllo y éste tuvo que agachar la cabeza y salir en los mítines para ganarse en las urnas ese cuarto asiento. No obstante, Díaz ha hecho lo imposible para desacreditarle con la inestimable colaboración de Sira Rego, que se mantiene como ministra y en un segundo plano. Maíllo no quería ser una mera comparsa, pero la inacción de los dirigentes de IU le han colocado en una situación crítica, a pesar de tener el control del partido desde el pasado mes de abril.
IU trata ahora de ganar espacio de poder en Sumar, pero éste está reservado para los más fieles, aunque Compromís se está desentendiendo por lo que pudiera pasar, mientras la relación de los valencianos con los morados de Irene Montero podría pasar a una segunda oportunidad de reconciliación tras la salida al grupo Mixto de los de Montero y compañía.
IU, AISLADA
Por el momento, los espacios en Sumar están muy medidos e IU tiene ahora que conformarse con ver los toros desde la barrera, apartado de toda negociación y sin un sitio específico para tratar de volver a recuperar la confianza de los votantes.
Sin escaño en el Parlamento Europeo y sin apenas una voz potente dentro del Hemiciclo, IU se resiste a ser una marioneta más a la espera de ser fagocitada completamente por la izquierda o bien por el PSOE, al acecho de las sobras en la encarnizada guerra entre su socio preferente. El veto de Díaz a Podemos fue solo la puntilla. El resto tendrá que pasar tarde o temprano por el mismo dilema y de Sumar no quedará ni rastro.
«Nadie quiere perder el terreno ganado ni mucho menos ponerlo en riesgo de forma innecesaria», advierten voces desde Más País y Más Madrid. En ningún caso se cede espacio a Yolanda Díaz en Madrid y tampoco hay fisuras en los de Errejón, que podría emprender el camino en solitario y buscar fórmulas con Podemos para crecer si finalmente se consuma la ruptura total. En Cataluña, las grietas son imposibles de coser, mientras en Valencia y Galicia hay oportunidades para tratar de ganarse aliados de peso.
En IU, por su parte, lamentan haber aceptado un cuarto puesto en las europeas pese a ser una de las candidaturas que más aporta. Rego no quiso tiranteces y los catalanes se llevaron el gato al agua. Ni Galán ni Asens cederán, como tampoco Compromís, que amenaza veladamente con apartarse del proyecto si se les da un ultimátum en ese sentido.
