Canarias se enfrenta a un desafío constante en materia de salud: la llegada masiva de personas migrantes que buscan refugio en las islas. Este fenómeno, que se intensificó en el último año, exige una respuesta contundente del sistema sanitario, pero también una mayor implicación del Estado. La Consejera de Sanidad del Gobierno de Canarias, Esther Monzón, ha expresado su preocupación en este sentido y ha reclamado al Ministerio de Sanidad un mayor compromiso en la atención a la población migrante.
La Consejera Monzón, en su participación en la reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, ha destacado que el Servicio Canario de la Salud (SCS) ha destinado 6,4 millones de euros para la atención sanitaria a la población migrante en los primeros cinco meses del año. Esta cifra refleja el enorme esfuerzo que realiza el sistema sanitario canario para atender las necesidades de las personas migrantes, especialmente en el contexto de la crisis migratoria que atraviesa la región.
Abordando la Crisis Migratoria: Un Esfuerzo Compartido
La situación actual exige un esfuerzo compartido entre la Comunidad Autónoma y el Estado para garantizar una atención sanitaria adecuada a la población migrante. Las islas canarias, con sus recursos limitados, se encuentran en la primera línea de atención a las personas que llegan a sus costas, y este esfuerzo adicional no puede recaer únicamente en sus hombros.
La Consejera Monzón ha destacado que islas como El Hierro, que no eran un destino habitual para la llegada de migrantes, han tenido que adaptar sus recursos sanitarios para ofrecer la atención necesaria a las personas que llegan a la isla. Este hecho pone de manifiesto la necesidad de una compensación presupuestaria por parte del Estado para equilibrar la carga que asume el sistema sanitario canario.
La Necesidad de un Marco de Colaboración Eficaz
En enero, la Consejera Monzón ya había solicitado al Ministerio de Sanidad un refuerzo del convenio con Cruz Roja para la asistencia sanitaria a la población migrante. La situación actual, con la demanda asistencial creciendo, requiere un marco de colaboración más eficaz entre el Estado y las comunidades autónomas.
El Servicio Canario de la Salud ha implementado protocolos para la atención sanitaria a la población migrante, desde su llegada a la costa hasta su alojamiento en centros de acogida, incluyendo la derivación a centros hospitalarios cuando sea necesario. Sin embargo, este esfuerzo no puede ser sostenido en el tiempo sin un apoyo significativo del Estado.
La atención sanitaria a la población migrante es un reto complejo que exige una respuesta integral y coordinada. La implicación del Estado, a través de la asignación de recursos financieros y la colaboración en la gestión de la atención sanitaria, es crucial para garantizar que todas las personas que llegan a las costas de Canarias reciban la atención médica que necesitan.
