La cátedra extraordinaria de la investigada Begoña Gómez fue un imán para empresas con participación del Estado y privadas. La esposa del presidente del Gobierno accedió a la cátedra extraordinaria por la petición expresa del rector de la UCM, Joaquín Goyache, y una vez colocada inició sus negociaciones para conseguir patrocinios y convenios de colaboración. No fueron pocas las firmas que se interesaron en promocionar en mayor o menor medida dicho Máster de Transformación Social. Santillana, Coca-Cola Europacific Partners, Tendam, Reale Seguros, Fundación La Caixa y Numintec, entre otras; mientras Indra, Telefónica y Google sufragaron los 150.000 primeros euros del polémico software para la cátedra.
Algunas de estas empresas abonaron 15.000 euros anuales, como fue el caso de Fundación La Caixa y Reale Seguros -pagó 60.000 euros en una única vez-. Numintec, de José María Torres, abonó únicamente 6.000 euros en su convenio, mientras que otras empresas ayudaron al máster con la matriculación de empleados, como es el caso de Tendam, propietaria de Cortefiel, con 7.500 euros por alumno con un total de 15.000 euros, tal y como ha podido conocer MONCLOA.
Tendam participa en numerosos másteres y programas de formación interna becados. Fue el caso del máster de Begoña Gómez, como también dio una beca a personal de la compañía en el marco de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) o la moda en otras instituciones, como UDIT Universidad de Diseño, Innovación y Tecnología, la ISEM Fashion Business School, la Universidad Politécnica de Madrid, el Instituto de Empresa e incluso en otros cursos relacionados con la propia Universidad Complutense de Madrid, como era el máster de Moda de la Universidad Villanueva. En ningún caso Tendam ha matriculado en másteres relacionados con The Valley, del grupo Barrabés.
BEGOÑA GÓMEZ Y LA BÚSQUEDA DE EMPRESAS
Era un curso más, como otros muchos, una colaboración interesante para conocer la huella social medioambiental dejada por el negocio. En el sector textil es fundamental este hecho dada la sensibilización de los consumidores a los problemas derivados del cambio climático y la creciente preocupación por la sostenibilidad.
Pero Begoña Gómez captaba el apoyo de empresas, cerca de 30 para su cátedra extraordinaria. También de instituciones, como la Cámara de España, cuyo convenio ha decaído ante la falta de una petición expresa por las partes para renovarlo. El software se impulsó con acciones en distintas Cámaras, como las de Zaragoza y Cáceres, según pudo comprobar este medio.
Con todo, Begoña Gómez, imputada por tráfico de influencias y corrupción en los negocios, obtuvo un serio apoyo de buques insignia de España, una ayuda para sufragar los gastos de la propia cátedra y cubrir las plazas del máster. Las empresas colaboradoras fueron Telefónica, Google e Indra, a las que se sumaron después Reale Seguros y la Fundación La Caixa, para después dar cabida a Numintec. Otras empresas, como Ethic también contactaron con Begoña Gómez, tal y como exponen por escrito.
La beca de Tendam era una fórmula indirecta de colaborar. Un intercambio para abonar la matrícula y formar a su personal, una fórmula utilizada habitualmente en las colaboraciones público-privadas. Begoña Gómez se presentó directamente a los máximos ejecutivos de las empresas, como en el caso de Indra, mientras hacía migas con la patronal Conpymes, llamada a entrar en el diálogo social a pesar de carecer de la representatividad exigida.
LOS VÍNCULOS CON CONPYMES
Con José María Torres (Numintec) al frente, la patronal ganó espacio dentro del Gobierno de Pedro Sánchez, obteniendo el respaldo de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. El objetivo era hacerse con un hueco entre la CEOE y Cepyme.
El caso de Begoña Gómez está siendo investigado por el juzgado de instrucción 41 de Madrid y por la Fiscalía Europea, que ha reclamado al juez Peinado abstenerse de seguir practicando diligencias y remitirle las diligencias practicadas hasta el momento. De esta forma, se han suspendido todas las declaraciones de los testigos de este domingo 16 de junio, como la de la propia Begoña Gómez el próximo 5 de julio.
La Fiscalía indaga en los negocios de Begoña Gómez y Globalia, la empresa de la familia Hidalgo, y con el rescate de Air Europa por valor de 475 millones de euros cargados en los fondos europeos. La delegación española de la Fiscalía Europea, con Ignacio de Lucas a la cabeza, solo rinde cuentas ante Laura Codruţa Kövesi, fiscal general europea. Los fiscales europeos españoles bajo el mano de De Lucas son Oihana Azcue, Luis Miguel Jiménez, Gloria Yoshiko, Olga Muñoz, Laura Pellón, Antonio Zárate y Juan José Navas.
Por otro lado, se intenta esclarecer la responsabilidad política. ¿Quién permitió que Begoña Gómez se hiciera con la dirección de la cátedra extraordinaria? Por el momento, el único documento, el convenio entre Reale Seguros y Fundación La Caixa con la UCM, muestra que el rector, Joaquín Goyache, era el encargado de escoger.
EL RECTOR DE LA COMPLUTENSE, EN EL FOCO
Las versiones del rector de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Joaquín Goyache, no se sostienen por ningún lado en el fichaje de Begoña Gómez para que dirigiera la cátedra de Transformación Social Competitiva (TSC). La esposa del presidente del Gobierno fue propuesta por el rector, tal y como sostienen las partes involucradas en la Comisión Mixta de Seguimiento de la cátedra extraordinaria, a excepción del rector Goyache, que afirma que fue propuesta por la propia comisión de seguimiento y que él ratificó la decisión.
Reale Seguros y la Fundación La Caixa junto con el rector y la propia Begoña Gómez, que no tenía ni voz ni voto, formaron parte de esa comisión mixta de seguimiento de la cátedra. Begoña Gómez niega que se haya apropiado de la aplicación informática, como tampoco ha percibido rédito económico alguno.
«No sé quién lo ha pagado ni me importa», espetó el rector de la UCM el pasado 1 de junio ante el claustro respecto al coste y el concurso del software concedido a Deloitte Consulting el pasado año. «No se hizo con dinero de la Universidad», afirmó, pese a que la plataforma de contratación de la Complutense computara la partida a la Escuela de Gobierno de la propia universidad. Concretamente, esos 60.500 euros.
Las contradictorias declaraciones, además, se sucedieron al afirmar «ese software no se hizo con dinero de la Universidad Complutense, se hizo con el dinero de la cátedra que tuviera que pagar el que sea, que yo no lo sé ni me importa», tal y como recogió El Mundo. Es decir, que el concurso público y la donación de 150.000 euros en especie era un tema completamente ajeno a la propia universidad, a pesar de la debida diligencia y responsabilidad que deben salvaguardar quienes gestionan dinero público.
