Un escudo antimisiles es un avanzado sistema de defensa diseñado para detectar y destruir misiles y cohetes dirigidos hacia un territorio antes de que alcancen sus objetivos. Este sistema intercepta los misiles enemigos en la atmósfera, utilizando un misil interceptor que viaja a una velocidad de 24,000 km/h.
La operación comienza con el lanzamiento de cebos desde puntos estratégicos, seguidos del envío de un misil interceptor desde un centro de control. Sin embargo, estos sistemas enfrentan dificultades cuando se trata de misiles hipersónicos, que superan la velocidad del sonido y son difíciles de detectar.
La invasión de Rusia a Ucrania ha resaltado la necesidad de un nuevo escudo antimisiles en Europa. Alemania está promoviendo el «Escudo del Cielo Europeo», que complementaría el sistema de defensa ya operativo de la OTAN en el continente.
1Unión para un nuevo escudo antimisiles
Catorce países miembros de la OTAN, junto con Finlandia, han firmado un acuerdo para desarrollar este sistema, con una expectativa de estar operativo en dos o tres años. Estos países incluyen a Alemania, Finlandia, Bélgica, Bulgaria, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Noruega, Países Bajos, Reino Unido, República Checa y Rumanía.
El objetivo es «crear un sistema europeo de defensa aérea y de misiles a través de la adquisición común de equipos de defensa aérea y misiles por parte de las naciones europeas», lo cual fortalecerá la Defensa Aérea y Antimisiles Integrada de la OTAN.
Desde 2010, la OTAN cuenta con la Defensa contra Misiles Balísticos (BMD), una misión permanente de la organización para contrarrestar la amenaza de misiles balísticos de países enemigos. El sistema BMD de la OTAN tiene cinco funciones clave:
- Planificación y anticipación: La defensa eficaz requiere una rápida reacción, con planificación estratégica para ubicar los equipos en lugares óptimos.
- Monitoreo: Satélites, radares en tierra y barcos con equipo de detección y rastreo monitorean el lanzamiento de misiles balísticos.
- Intercambio de información: La información de los sensores se convierte en una imagen operativa en tiempo real, compartida con todos los sistemas armamentísticos.
- Intercepción: Los sistemas de armas, vinculados al cuadro de mando y control, permiten a los comandantes tomar decisiones rápidas para repeler ataques con misiles interceptores.
- Gestión de consecuencias: La OTAN apoya a las autoridades nacionales en la mitigación y gestión de las consecuencias de un ataque o interceptación, proporcionando información y cobertura material a los países aliados.
