Rectorado de la US con control de acceso exclusivo para profesorado, alumnado y empleados

La Universidad de Sevilla se encuentra en el ojo del huracán después de la intervención de la Policía Nacional en el Rectorado, que desalojó a los estudiantes que reclamaban una ruptura total con instituciones de Israel por la ofensiva en la Franja de Gaza. La situación ha generado una gran polémica en el seno de la comunidad universitaria, con acusaciones de «autoritarismo» y «represión» contra el rector.

El conflicto comenzó cuando un grupo de estudiantes ocupó el Decanato de la Facultad de Filología, exigiendo una condena total de la ofensiva israelí en la Franja de Gaza. La situación se volvió tensa cuando la Policía Nacional fue llamada para desalojar a los estudiantes y desmantelar la acampada instalada en el exterior del recinto.

LA SITUACIÓN EN EL RECTORADO

La Universidad de Sevilla informó que todo el personal y profesorado ha podido acceder sin dificultad, especialmente los estudiantes que tenían exámenes. Sin embargo, debido a la situación de inestabilidad, se han replanteado los actos públicos, como la defensa de trabajos fin de grado, que se realizarán online o en otros centros de la US. La institución ha precisado que la situación está siendo monitoreada de cerca y se está trabajando para garantizar el desarrollo de las actividades académicas.

La seguridad en el Rectorado ha sido reforzada, y se ha establecido un estricto control de entrada para garantizar la integridad de los miembros de la comunidad universitaria. Sin embargo, los activistas han acusado al rector de «silenciar» sus demandas y de promover un «autoritarismo» que no permite la libre expresión de opiniones.

LA RESPUESTA DEL RECTOR

El rector ha defendido su decisión de llamar a la Policía Nacional, argumentando que los estudiantes habían incurrido en una «inaceptable actitud» y «hostilidad» hacia la institución. Según el rector, los estudiantes habrían agredido a una persona contratada por la Universidad y habrían impedido el desarrollo de las actividades académicas.

Sin embargo, los estudiantes han negado tales acusaciones y han denunciado agresiones por parte de los vigilantes de seguridad y la policía. La situación continue siendo tensa, y la comunidad universitaria sigue en espera de una respuesta clara y definitiva sobre el futuro de la relación entre la Universidad de Sevilla y las instituciones de Israel.