Yolanda Díaz y su dimisión en diferido en Sumar resquebrajan a la izquierda

Yolanda Díaz va camino de convertir en polvo todo lo que ha arrasado a su paso. «No va a quedar ni los restos», lamenta una voz autorizada de Sumar tras el batacazo sin paliativos en las pasadas elecciones europeas. El mensaje de calma y sosiego mandado a sus seguidores 24 horas después de renunciar al liderazgo de la coalición de partidos ha traído más turbulencias que paz en el seno interno de la formación fucsia.

El mensaje de la vicepresidenta segunda se ha entendido como una marcha atrás, una «dimisión en diferido», al dejar el liderazgo de la coordinadora, pero mantenerse en la presidencia del grupo en el Congreso de los Diputados y servir de enlace con La Moncloa. Con tan solo 24 horas de diferencia, la confusión estaba más que servida.

«Tenemos que estar para solucionar los problemas de la gente, no los problemas de los partidos. Las elecciones han servido de espejo. La ciudadanía no se equivoca cuando vota. La ciudadanía ha hablado y voy a hacerme cargo», señaló nada más conocerse el mal resultado de la formación en las pasadas elecciones europeas. «He decidido dejar mi cargo como coordinadora de Sumar. Con esta decisión abro el camino. Es necesario dar un paso al lado para dar un paso adelante», señaló. El paso al lado, no obstante, se explicó después: «No me voy, me quedo dentro de Sumar y ahora va a darse un debate tranquilo que arranca el jueves».

EL AHORA SÍ, PERO NO DE YOLANDA DÍAZ

Antes de la explicación, hay quien dentro de Sumar buscaba ya nombres para sustituirle al frente de la coalición. El de Mónica Oltra registra un cierto consenso, pero sus guerras internas dentro de Compromís son una losa pesada de soportar para el resto de partidos.

«A esas gentes decirles que además hacemos esto para ganar en las siguientes elecciones generales, por tanto preservamos al Gobierno de coalición progresista y vamos a seguir ganando derechos», aseguró ante la prensa en Suiza tras mantener un encuentro bilateral con el director general de la OIT, Gilbert Houngbo. A su juicio, esta decisión responde a una estrategia «política de la buena», toda una declaración de intenciones que ha provocado sonrojo y risas a partes iguales entre una parte de Sumar y Podemos, respectivamente.

DURAS CRÍTICAS Y BÚSQUEDA DE SUSTITUTOS

Según sus palabras, había que depurar responsabilidades tras el batacazo de las europeas, pero no se ha producido ninguna dimisión, ni siquiera la suya, sino un pasito atrás que se ve en Podemos como un síntoma de debilidad. «Para atrás ni para coger impulso», apunta una voz de los ‘morados’.

Con las espadas en todo lo alto y un amplio sector de la coalición Sumar pidiendo la asunción de responsabilidades, con dimisiones si fuera necesario, hay quien apunta que Yolanda Díaz podría acabar dejando la dirección de Movimiento Sumar -uno de los actores de la coalición, en la que la vicepresidenta seguirá al frente en el Congreso-.

La también ministra de Trabajo ha enfadado a Podemos, que salió antes del incendio de la coalición tras el veto de la propia Díaz a la entrada de los morados en la reedición del Gobierno de Pedro Sánchez. Tampoco ha caído en gracia en IU, que se ha quedado fuera del Europarlamento por primera vez en 38 años, al recibir con alegría su dimisión.

Yolanda Díaz, presidenta de Sumar en el Congreso de los Diputados, busca sustituta para el Movimiento Sumar
Yolanda Díaz, presidenta de Sumar en el Congreso de los Diputados, busca sustituta para el Movimiento Sumar

En Más Madrid también esperaban el paso atrás, pero no una dimisión en diferido como la actual. Y es que, los de Mónica García y Manuela Bergerot, quien pedía una «reflexión» profunda para conocer cómo se había llegado a la situación actual del partido. Las ganas de revancha también se centran en Més per Mallorca, que ha preferido irse con Bildu y ERC a las europeas antes que con los suyos en el Congreso de los Diputados.

EL PSOE SE DESENTIENDE DE LA RUPTURA

El prestigio de la vicepresidenta segunda del Gobierno se ha hundido elección tras elección. En el PSOE no comprendieron el veto a Podemos en el Gobierno, pero entienden que es una decisión de otra formación y se lavan las manos al respecto. «Pedro Sánchez no iba a desautorizarla en ese momento», señalan. Las mismas voces indican que provocó un mayor malestar la cita en Bruselas con Carles Puigdemont, pero finalmente quedó en un reproche. «Solo fue un tirón de orejas. No somos Podemos», ironizan.

Su condición de liderazgo quedó en entredicho y ha borrado por completo las alabanzas por su labor al frente del Ministerio de Trabajo. «Ha sido incapaz de coser a los partidos. Lejos de unir, ha roto las costuras. Podemos era un elemento crucial en Sumar, era el origen de todo y ha tratado de destrozarlo, ahora el PSOE tiene a una izquierda rota y tendrá más fácil la fagocitación», ha señalado.

Ante esta situación, Movimiento Sumar estaría en la misma condición que IU, amargado por no obtener el cuarto escaño en el Europarlamento, y Más Madrid con la dimisión de Yolanda Díaz, es decir, dejaría de tener el papel de coordinador del espacio, una gestión con la que están haciendo y deshaciendo todo en la coalición Sumar. Esta gestión está también en entredicho.

PODEMOS SUPERA A SUMAR EN CADA PROVINCIA CATALANA

Los resultados de las elecciones europeas muestran a una base de Podemos movilizada. En Cataluña, Podemos ha obtenido 110.175 votos frente a los 102.831. Irene Montero ganó la partida a los de Jaume Asens y los Comuns de Ada Colau, que ha pedido únicamente el voto por el abogado y no por Estrella Galán, cabeza de la lista unitaria.

En Barcelona, Podemos ha obtenido un mejor resultado que Sumar, con 6.400 votos de diferencia, mientras que en Girona y Tarragona le ha metido 500 papeletas, respectivamente, y 150 en Lleida. Eso sí, la pérdida de votos de Podemos es más que evidente respecto a las elecciones de 2019, con una caída del 61%.

Eso sí, la dirección se muestra compacta, con el tándem entre Irene Montero e Ione Belarra, con un liderazgo sin fisuras internas y una candidata valorada. Además, cuenta con medios privados afines y mantiene la presencia en medios públicos con Pablo Iglesias como tertuliano estelar. Eso sí, Iglesias espera impaciente desde hace más de dos años la caída de su pupila. Y es que, Yolanda Díaz está en el Congreso gracias a su intercesión.

FRACASO DE LA COALICIÓN CON YOLANDA DÍAZ

En IU, por su parte, califican de «fracaso» la coalición, mientras en Más Madrid niegan que Mónica García vaya a suceder a Díaz al frente. En Compromís, más de lo mismo. «Nadie quiere ponerse al frente de una coalición de izquierdas abocada al fracaso», señalan. En Podemos, por su parte, esperan a todos con los brazos abiertos, pero bajo un mismo paraguas.

Irene Montero se hace fuerte ante Yolanda Díaz
Irene Montero se hace fuerte ante Yolanda Díaz

La política en la izquierda ha sido incapaz de unir y ha destrozado todo a su paso. Sea en solitario o acompañada. Y es que, el sentir y las distintas almas, entre nacionalistas, soberanistas y autonomistas. Nadie cree en un proyecto en común porque nadie ha sido capaz de explicar en qué consiste, más allá de generalidades; sin un programa definido ni qué rumbo tomar para hacerlo realidad.

La izquierda queda así a merced ahora del PSOE y tiene suerte porque no pinta que Pedro Sánchez vaya a convocar elecciones en un momento en el que sus mayorías parlamentarias están más que en entredicho. Junts y ERC, de capa caída; el PNV se ha salvado en Europa por la negativa del Ejecutivo a trasponer la directiva europea que obliga a fijar un mínimo del 2% para entrar en la Eurocámara, mientras que Bildu crece cada vez más y el BNG se ha desfondado hasta quedarse fuera.

Con Sumar deshecho como un azucarillo en el café amargo y con Podemos habrá que negociar duramente si se quiere conseguir su apoyo. Está por ver también si PP y Vox no consiguen la mayoría absoluta al retener el 48% de los votos frente al 47% del resto del bloque progresista.