El resultado de las elecciones europeas ha supuesto un aumento de la presencia de fuerzas de ultraderecha en el Parlamento Europeo, pero no ha impedido que las principales fuerzas proeuropeas mantengan la mayoría suficiente para reeditar la gran coalición. La formación del nuevo Parlamento Europeo es un proceso clave para el futuro de la Unión Europea.
La gran coalición se mantiene
Se confirman los datos escrutados, el Partido Popular Europeo (PPE) lidera con 191 escaños, seguido de Socialistas y Demócratas (S&D) con 135 y Liberales (Renew) con 83. Esto supone que las tres fuerzas políticas más importantes en el Parlamento Europeo tienen mayoría para reeditar la gran coalición que formaron en la legislatura anterior.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha tendido la mano a socialistas y liberales para reeditar esta alianza y permitir su reelección en Bruselas. Esto no es solo importante para la estabilidad del Parlamento Europeo, sino también para la toma de decisiones en la Unión Europea.
La ultraderecha gana terreno
A pesar de que la gran coalición se mantiene, no podemos pasar por alto el aumento de la presencia de fuerzas radicales y populistas en el Parlamento Europeo. Estas fuerzas han asegurado al menos 128 escaños, lo que supone un importante cambio en la configuración del Parlamento Europeo. Entre ellos se encuentran los Conservadores y Reformistas (71) e Identidad y Democracia (57), liderados por Georgia Meloni y Marine Le Pen, respectivamente.
¿Qué viene ahora?
Una vez concluido el escrutinio, los grupos pasarán a negociar durante las próximas semanas la constitución de sus fuerzas en la Eurocámara y qué eurodiputados se integran en ella. Mientras tanto, los jefes de Estado y de Gobierno de la UE negocian en paralelo el reparto de los altos cargos de la UE (‘Top Jobs’ en la jerga comunitaria), incluido el nombre del próximo presidente de la Comisión Europea que Von der Leyen quiere mantener.
El nuevo Parlamento Europeo celebrará su sesión inaugural el próximo 16 de julio y en ella deberá someter a votación la candidatura a presidir la institución. La presidencia del Ejecutivo comunitario debería votarse en la segunda sesión plenaria, prevista para septiembre, pero parece probable que se adelante a julio si los 27 logran un acuerdo sólido para mantener a Von der Leyen.
En resumen, el resultado de las elecciones europeas ha supuesto un cambio en la configuración del Parlamento Europeo, pero la gran coalición se mantiene y Ursula von der Leyen tiene una importante oportunidad para reeditar su alianza con socialistas y liberales. El futuro de la Unión Europea depende de la capacidad de los líderes políticos para encontrar acuerdos y impulsar el progreso en la región.