Sumar, la plataforma liderada por Yolanda Díaz, ha sufrido un importante revés en las elecciones europeas, cosechando tan solo tres eurodiputados con el 4,65% de los votos. Este resultado, muy por debajo de las expectativas, reabre las tensiones internas en la izquierda y plantea serias dudas sobre la consolidación del proyecto de Díaz.
Un resultado que evidencia las dificultades de la izquierda alternativa
Sumar no ha logrado capitalizar el espacio político de Unidas Podemos, la coalición que agrupó a Podemos, IU y los ‘comunes’ en 2019. Lejos del 10,1% de los votos y seis escaños obtenidos entonces, la formación de Díaz se ha quedado en un 7,92% y cinco escaños sumando los resultados de Podemos, que concurría por separado y ha obtenido dos representantes en el Parlamento Europeo.
Este batacazo electoral pone de manifiesto las dificultades de la izquierda alternativa para aglutinar el voto progresista en España. La división interna, lastrada por la ruptura entre Díaz y Podemos a finales del año pasado, ha pasado factura a ambas formaciones, que se han visto superadas por las expectativas generadas.
Lejos de los resultados históricos y con un futuro incierto
El resultado es especialmente significativo si se compara con los resultados obtenidos por Podemos e IU en las elecciones europeas de 2014. En aquel momento, la irrupción de la formación morada liderada por Pablo Iglesias supuso un terremoto político, logrando cinco escaños y cerca del 8% de los votos. IU, por su parte, obtuvo seis escaños y el 10% de los votos. En total, la izquierda alternativa superó el 18% de los votos y obtuvo 11 escaños, quedándose a menos de 800.000 votos del PSOE.
El escenario actual dista mucho de aquel éxito. La fragmentación del voto, la desmovilización del electorado de izquierdas y el auge de otras opciones políticas han mermado las expectativas electorales de Sumar.
Las elecciones generales del 23J se presentan ahora como un escenario crucial para la izquierda alternativa. El resultado de Sumar, lejos del 12,33% obtenido por la coalición con Podemos en las pasadas elecciones generales, obliga a una profunda reflexión sobre el futuro del proyecto y la necesidad de encontrar una fórmula que permita aglutinar al electorado progresista. La capacidad de Yolanda Díaz para reconstruir la unidad de la izquierda y movilizar a su electorado será determinante para el futuro de Sumar.