Una mujer fue la protagonista de una desgarradora historia que cautivó al mundo. La desgarradora situación se dio en Estados Unidos cuando Lacey Ellen Fletcher, una mujer de 36 años, fue encontrada derretida en su sofá.
La mujer sufría del síndrome de enclaustramiento y vivía junto a sus padres en Slaughter, Louisiana. Cuando fue descubierta, sus investigadores hallaron el peor panorama, no apto para los más impresionables. Por este hecho, sus familiares fueron detenidos.
La desgarradora muerte de la mujer que se derritió en su sofá
La historia de Lacey recorrió el mundo y sus detalles pueden generar conmoción hasta los más impresionables. Según el periodico The Mirror, la joven fue hallada en un completo estado de descomposición cubierta por su propia orina, heces e insectos sobre su piel. Lacey estaba en el sofá de su casa, que también se encontraba hundido y empapado por todas las sustancias que estaban sobre el cuerpo.
De acuerdo a la autopsia difundida en los diferentes medios, la joven había muerto de sepsis causada por infecciones óseas, inmovilidad prolongada y desnutrición. «Cuando la encontraron, la escena era espantosa y horrible debido a la condición del cuerpo y del sofá”, declararon los forenses.
La historia más desgarradora: qué pasó en realidad con Lacey
De acuerdo a lo que se difundió una vez que apareció el desgarrador video se supo que Lacey tenía el «síndrome de enclaustramiento». Las personas afectadas por esta condición están conscientes de ella, pero tienen la imposibilidad de hablar o moverse como, según los especialistas en psicología, “si estuvieran atrapadas en su propio cuerpo y sólo se pueden comunicar con movimientos verticales de los ojos y con el parpadeo”.
Por este hecho fueron acusados sus padres Sheila y Clay Fletcher, quienes este 2024 fueron condenados a 40 años de prisión, con 20 años suspendidos y 5 años de libertad condicional supervisada. Estas personas se declararon culpables de homicidio involuntario, estrategia que utilizaron para evitar la cadena perpetua que pedía la fiscalía. Los testigos de la causa admiten que la familia no se hizo cargo de la salud de la joven y que dejaron de darle la asistencia médica y psicológica que necesitaba. “Lo último que supe de los Fletcher fue en 2010. Clay Fletcher me dijo en privado que Lacey estaba empeorando progresivamente. Le sugerí que la llevaran a recibir ayuda, pero nunca lo hicieron”, aseguraron.