La Policía investiga si hay un vuelco de droga -narcotraficantes que roban a otros narcotraficantes- detrás del asesinato de Borja Villacís, hermano pequeño de la ex vicealcaldesa de la capital, Begoña Villacís, y concejal de Ciudadanos. Borja Villacís, de 41 años, o sólo es un ajuste de cuentas por varias discusiones mantenidas en el tiempo por el fallecido y su asesino, al parecer hijo de la única detenida, María José, también por cuestiones relacionadas con el tráfico de drogas.
Borja Villacís fue asesinado en la mañana de este martes con una arma de guerra, posiblemente un AK47, ya que los investigadores encontraron munición de 7,62 milímetros en el lugar de los hechos. Los investigadores también creen que el asesinado tuvo tiempo de disparar su arma. Los hechos ocurrieron en la carretera que une Fuencarral a El Pardo, justo frente al restaurante Lar de Domingo. Se cree que el autor material del asesinato sea familia de la única detenida hasta el momento, una española de 52 años que reside en la localidad toledana de Bargas y que ha asegurado a los agentes que estaba secuestrada en el vehículo donde viajaba, algo que no cuadra mucho porque varios testigos grabaron imágenes de ella colaborando en el cambio de matrícula del coche BMW.
Todavía no está claro quien intentaba robar la droga a quien, o si, otra segunda hipótesis, fue un ajuste cuentas por un deuda anterior. En un primer momento los agentes barajaron la hipótesis de un asesinato por encargo, realizado por un grupo de sicarios, pero el modus operandi no seguía las reglas de este tipo de asesinatos, un motocicleta robada, dos personas con casco y varios disparos con un arma corta de cerca. En cualquier caso, los investigadores no descartan ningún móvil de momento, aunque el ajuste de cuentas parece cobrar fuerza por una inquina personal entre el fallecido y el hombre que lo mató.
Tras asesinar el hombre y herir a otro acompañante de Villacís los presuntos autores emprendieron la huida en un BMW de color gris, parando a cambiar las placas de la matrícula unos metros más adelante, donde fueron grabados por los empleados de unas oficinas cercanas que llamaron a la Policía pensando que alguien robaba un coche. La mujer, española de 52 años, fue detenida poco después en la Plaza Elíptica de Madrid, gracias a la descripción que dieron sobre ella algunos testigos y al seguimiento del coche por las cámaras de tráfico. La mujer ha asegurado a los agentes que se encontraba secuestrada a bordo del vehículo y que todo lo ocurrido se produce a un ajuste de cuentas entre miembros de la misma banda. La Policía intenta comprobar su versión de los hechos, aunque en principio el secuestro que ella declara no cuadra.
No se descarta todavía ninguna hipótesis y la principal prioridad policial ahora mismo es detener a los otros dos hombres, de entre 30 y 40 años, y sobre todo, tener cuidado porque van fuertemente armados. En un descampado cercano la Policía encontró varias armas de fuego, entre ellas una pistola cuyo propietario se desconoce.
BORJA FUE DETENIDO EN EL MARCO DE LA OPERACIÓN WALNUT QUE SE DEDICABA A INTRODUCIR DROGA EN ESPAÑA POR EL PUERTO DE VALENCIA
Los investigadores tampoco descartan que tras el asesinato haya una deuda económica, pues Borja Villacís fue detenido hace unos meses en el marco de la operación Walnut, tras la desarticulación de una organización dedicada a introducir droga en nuestro país por el Puerto de Valencia. En aquella ocasión se intervinieron 560 kilos de cocaína tras una operación iniciada en 2020 y cuyo principal encausado fue Antonio Méndez, alias Niño Skin. Algunas fuentes aseguran a MONCLOA que Borja Villacís fue detenido en un piso en Chamartín y que se le incautaron 600.000 euros que guardaba en una caja de zapatos.
Ese dinero fue naturalmente requisado por el juzgado y Villacís fue acusado de tráfico de drogas y blanqueo de dinero. Ingresó en prisión junto al resto de detenidos por orden del juzgado de instrucción 5 de la Audiencia Nacional, pero un defecto de forma en la intervención de un chat a la organización, mediante la aplicación Encrochat, los puso en libertad poco antes de estas navidades. Sólo había pasado una semana desde su detención.
La fotografía de Borja Villacís que ofrece en exclusiva MONCLOA fue tomada esta pasada navidad y en ella, además de Borja Villacís, con camiseta verde a la izquierda de la instantánea, había varios excarcelados junto a él un par de semanas antes y algún conocido influencer.
Otra de las hipótesis es que tras el asesinato de Villacís estuviese el intento de un vuelco de droga, ya que el Niño Skin está considerado por los investigadores policiales uno de los especialistas más peligrosos de España por su violencia en este tipo de delincuencia y Villacís era amigo íntimo de Menéndez.
CONDENADO A SEIS MESES DURANTE SU ETAPA ULTRASUR
El hermano de Begoña Villacís fue condenado por dos delito de lesiones por la sección primera de la Audiencia Provincial de Madrid el 23 de julio de 2012 por hechos ocurridos el 1 de enero de 2004. Aquel día, según la sentencia, Borja agredió a dos personas que defendieron a una mujer negra de los insultos xenófobos de un grupo de hombres entre los que se encontraba Borja. Los hechos tuvieron lugar dentro de un vagón de metro a la altura de la estación de Santiago Bernabéu. El grupo de Villacís llegó a cerrar las puertas del vagón para impedir la huida de las dos víctimas. La dilación en el proceso y haber ingresado el dinero de la responsabilidad civil hizo que la condena sufriese una importante rebaja, a la mitad de lo que la Fiscalía pedía para él y en total fue condenado a seis meses de cárcel, que eludió al no tener antecedentes penales.
Borja Villacís había militado en el grupo Skin Cubos, un grupo ultrasur aloajado en otro más grande llamado Outlaw Madrid, dirigido por el Niño Skin, detenido tras la incautación de los 560 kilos de droga en Valencia. Antonio Menéndez está acusado de pertenecer a una trama que se dedicaba a transportar grandes cantidades de cocaína y que contaba con redes internacionales, también se le acusó de un delito contra la salud pública. El Niño Skin está considerado el cabecilla de aquella organización. Menéndez residía con su pareja y un menor en un chalé de la urbanización La Finca, en Pozuelo de Alarcón, urbanización considerada una de las más lujosas de España y habitada por personalidades muy conocidas.
Menéndez estuvo en prisión entre 2015 y 2016, en concreto en Soto del Real y Valdemoro. Como interno nunca protagonizó altercados. También trabajó como vigilante de seguridad en una conocida discoteca y fue denunciado en varias ocasiones.