En la recta final de las elecciones europeas, la formación morada de Ione Belarra, Podemos, ha intensificado su lucha contra la tauromaquia en Madrid. Con la candidatura de Irene Montero en juego, el partido ha decidido llevar su campaña directamente a las calles, recolectando firmas en cada barrio de la capital para poner fin a esta tradición.
La campaña de recolección de firmas, según ha podido constatar MONCLOA, no presenta demasiados misterios en su ejecución. La iniciativa parece inspirada por intereses similares a los de Sumar, y carece de un control riguroso sobre quién firma y cómo se recopilan los datos. Los voluntarios de Podemos solicitan a los ciudadanos que proporcionen su nombre, apellidos, DNI, fecha de nacimiento y firma, sin más verificación adicional. Es más, en la mayoría de los casos es el propio vecino quien apunta sus datos en las listas.
En la mayoría de los casos es el propio vecino quien apunta sus datos en las listas
Esta falta de supervisión ha levantado ciertas preocupaciones. Sin un control estricto, existe la posibilidad de que las firmas no se completen adecuadamente o incluso que menores de edad participen en la causa contra la tauromaquia. Y, por tanto, esta situación podría poner en duda la validez de las firmas recogidas y la efectividad de la campaña en su conjunto.
No obstante, la determinación de Podemos para erradicar la tauromaquia sigue firme, reflejando su compromiso con los derechos de los animales y su rechazo a una tradición que consideran obsoleta y cruel. La formación espera que esta iniciativa no solo movilice a sus simpatizantes, sino que también atraiga a nuevos votantes sensibles a esta causa, crucial en unos comicios europeos donde cada voto cuenta.
PODEMOS IMITA A ‘NO ES MI CULTURA’
Podemos ha replicado la estrategia de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) ‘No es mi cultura‘ en su esfuerzo por derogar la Ley 18/2013 de patrimonio cultural de la tauromaquia. Mientras los voluntarios de ‘No es mi cultura’ llevaron a cabo su plan el sábado 1 de junio, concentrando sus esfuerzos en los municipios de Alcobendas y San Sebastián de los Reyes, Podemos desplegó una campaña similar en el barrio de Campamento el domingo 2 de junio.
El objetivo de ambas iniciativas es claro: eliminar una ley que, según sus críticos, socava las competencias autonómicas y municipales para prohibir o regular espectáculos taurinos que generan un fuerte rechazo social. Albino Hernández, coordinador de ‘No es mi cultura’, expuso ante los micrófonos de Hoy por Hoy Madrid Norte que esta normativa estatal priva a los ayuntamientos y autonomías del poder de regular las manifestaciones del patrimonio cultural propio, priorizando la tauromaquia sobre cualquier otra manifestación cultural o artística.
Hernández subrayó que los datos del Ministerio de Cultura, dirigido por Urtasun, respaldan su campaña. Según estos datos, el interés de la ciudadanía por los festejos taurinos es mínimo: solo el 8 por ciento asistió a algún festejo en 2018, y este porcentaje se redujo al 5,8 por ciento en el caso de festejos en plazas de toros. Estos números refuerzan la decisión de ‘No es mi cultura’ de recoger firmas para poner fin a la tauromaquia.
La acción de Podemos ha sido vista por algunos como una copia descarada de la estrategia de ‘No es mi cultura’, lo que ha generado críticas sobre la autenticidad y originalidad de su campaña. Sin embargo, ambos grupos comparten el mismo fin: la derogación de una ley que consideran injusta y desfasada, reflejando un cambio en la percepción pública hacia la tauromaquia en España.
PODEMOS SE QUEDA SOLO EN CYL
En una reciente sesión de las Cortes de Castilla y León, la Proposición No de Ley (PNL) del PP, impulsada por el presidente Alfonso Fernández Mañueco, recibió luz verde, evidenciando el aislamiento de Podemos en su postura contra la tauromaquia. La PNL solicita a la Junta de Castilla y León proteger la tauromaquia y fomentar la celebración de festejos taurinos, especialmente en aquellos pueblos y ciudades donde estos espectáculos son una tradición.
Además, la PNL instó al Gobierno central a mantener la ley de tauromaquia, que reconoce esta actividad como un bien cultural, y a reinstaurar el Premio Nacional de Tauromaquia, eliminado recientemente por el Ministerio de Cultura, encabezado por Ernest Urtasun. Esta eliminación fue mal recibida en ciertos sectores, motivando al PP de Mañueco a presentar la PNL.
Sorprendentemente, el PSOE de Castilla y León apoyó la propuesta del PP, a pesar de que los socialistas están en el poder a nivel central y, en teoría, deberían respaldar las decisiones ministeriales, incluso las tomadas por Sumar, su socio de coalición. Este respaldo evidenció una división en las filas socialistas sobre el tema taurino.
Por otro lado, el procurador de Podemos, Pablo Fernández, se mantuvo firme en contra de la tauromaquia, votando en contra de la PNL y expresando su desdén por la consideración de esta práctica como patrimonio cultural. «No es cultura, no es arte, es simplemente deplorable, es auténticamente patético y deleznable», declaró Fernández en las Cortes leonesas. Criticó duramente al gobierno popular por su apoyo a talleres infantiles donde se enseñaba a los niños a fabricar banderillas para utilizarlas en toros.
En su intervención, Fernández aprovechó para respaldar la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) en la que su partido colabora junto con diversas asociaciones para abolir la ley que considera la tauromaquia como patrimonio cultural. «Estoy convencido de que más pronto que tarde así va a ser porque la sociedad española evoluciona», concluyó optimista el procurador de Podemos.
La sesión dejó claro que, en Castilla y León, Podemos se encuentra solo en su lucha contra la tauromaquia, enfrentándose a un consenso mayoritario que incluye al PP y, sorprendentemente, al PSOE, en la defensa y promoción de esta tradición cultural.
