Inmovilización de 171 737 MAX e investigación en fábricas, la «agresiva» supervisión de EEUU a Boeing

El incidente aéreo del pasado 5 de enero, en el que un panel del Boeing 737 MAX se desprendió en pleno vuelo, generó una respuesta contundente por parte de Estados Unidos para mejorar la seguridad y el control de calidad de la producción de la compañía fabricante. La Administración Federal de Aviación (FAA) ha implementado medidas agresivas para supervisar la situación, incluyendo la inmovilización en tierra de 171 aviones 737 MAX operados por aerolíneas estadounidenses, la detención de la ampliación de producción de este modelo y un aumento en la presencia de inspectores de seguridad en las instalaciones de Boeing.

Auditoría y Procesos de Control

La FAA ha llevado a cabo una auditoría exhaustiva en la línea de producción de Boeing, identificando problemas de incumplimiento en el control del proceso de fabricación, manipulación y almacenamiento de piezas, así como en el control de productos. La entidad se compromete a investigar cada queja recibida, demostrando un enfoque proactivo en la mejora de la seguridad aérea.

Nuevos Requisitos de Seguridad

Tras la presentación por parte de Boeing de un plan de acción detallado para establecer un nuevo estándar de seguridad, la FAA continuará exigiendo responsabilidades al fabricante. Entre las acciones demandadas se encuentran la implementación obligatoria de un Sistema de Gestión de la Seguridad, la simplificación de procesos, supervisión mejorada de proveedores, mejora en la formación de empleados y aumento de las auditorías internas.

Monitorización y Cooperación Continua

La FAA seguirá monitoreando de cerca el progreso de Boeing, a través de revisiones mensuales, un equipo de expertos dedicado a evaluar los cambios implementados, así como reuniones regulares con líderes de la compañía. Esta colaboración activa garantiza un seguimiento detallado de los avances en materia de seguridad y calidad de los productos.

Compromiso de Boeing con la Seguridad Aérea

Boeing está redoblando esfuerzos y colaborando estrechamente con la FAA para fortalecer la seguridad, calidad y cumplimiento de sus productos y servicios. Según su informe anual de seguridad, la empresa ha implementado acciones a largo plazo y ha logrado hitos significativos en el último año.

Desde el incidente de enero, Boeing ha promovido una cultura interna que fomenta a los empleados a reportar sus preocupaciones, lo que se refleja en un aumento del 500% en los envíos al canal de denuncias. Además, la colaboración con la FAA en el desarrollo de algoritmos de aprendizaje automático para identificar riesgos y tendencias de seguridad demuestra el compromiso continuo con la mejora.

Para fortalecer los lazos con las aerolíneas, Boeing ha duplicado los compromisos de representantes de operaciones de vuelo con las tripulaciones, brindando apoyo y asesoramiento a más de 170 operadores a nivel mundial. Esta colaboración directa contribuye a un funcionamiento seguro y eficaz de los productos de la empresa.

Con un enfoque en la mejora continua y el compromiso con la seguridad aérea, Boeing y la FAA trabajan en conjunto para establecer estándares más altos en la industria de la aviación, garantizando la confianza de los pasajeros y la excelencia en cada vuelo.