Las reuniones familiares y sociales en Asturias estarán limitadas a grupos de un máximo de 50 personas en espacios al aire libre y de 25 personas en espacios cerrados, excepto en el caso de personas convivientes.
Se trata de una de las medidas aprobadas esta tarde por el Consejo de Gobierno, que ha endurecido las medidas de protección para reducir el riesgo de nuevos contagios. Así, ha actualizado la resolución aprobada por el Gobierno tras finalizar el estado de alarma y añade, varios cambios.
El Ejecutivo autonómico recomienda cancelar o posponer cualquier actividad que no sea considerada fundamental y que pudiera ser postergable.
Por otro lado, cambia la regulación de butacas preasignadas para personas convivientes en cines, teatros, auditorios, circos de carpa y espacios similares, así como en recintos al aire libre y otros locales y establecimientos destinados a actos y espectáculos culturales. A partir de ahora las butacas podrán ser individuales o en grupos de 2 a 4 personas.
En cuanto a las recomendaciones para el desarrollo de actividades de tiempo libre dirigidas a la población infantil y juvenil, estas deberán realizarse preferentemente al aire libre. Tanto en el exterior como en el interior habrá que garantizar la distancia de seguridad de al menos 1,5 metros y usar mascarilla.
Todo esto se suma a el uso obligatorio de la mascarilla en las vías públicas urbanas, con independencia de que se pueda mantener la distancia de seguridad. Por otro lado, en las zonas rurales será obligatoria en caso de posibles aglomeraciones o por afluencia turística.
Aunque la incidencia en Asturias ha sido muy contenida desde el 11 de junio, tanto la situación actual de brotes en otras comunidades como la llegada de personas de diferentes destinos elevan el riesgo de aparición de nuevos casos de coronavirus.
Por ello, el Gobierno ha considerado fundamental extremar las medidas de seguridad para mantener la mejor situación epidemiológica posible a lo largo del verano y llegar al otoño con un sistema sanitario recuperado del impacto que ha supuesto la primera onda epidémica.