El aceite de oliva es conocido como uno de los productos ideales para incluir en una alimentación saludable y esto se debe a que es una grasa saludable que puede tener un gran impacto en la salud cardiovascular, además de tener otros beneficios en el organismo por su alto contenido de antioxidantes.
En el mercado existen muchas marcas y opciones de aceites de oliva, sin embargo es importante hacer una buena elección al momento de adquirirlo, ya que no todos resultan de buena calidad. En realidad, estos deben cumplir con ciertas características para que sean considerados cien por ciento saludables y aporten todos esos beneficios de los que tanto se han hablado durante los últimos años.
¿Cómo elegir un buen aceite de oliva?
La característica fundamental para elegir un buen aceite de oliva es que este sea extra virgen, el cual suele estar etiquetado por las siglas AOVE. Los aceites de oliva en estado no están refinados, lo cual no solo conserva de mejor manera su sabor y textura, sino que mantiene todos esos antioxidantes que tanto bien le generan a nuestro cuerpo. Por otra parte, es importante que la acidez de este AOVE sea menor de 0.8°, pues mientras menos acidez hay mayor calidad y mejor conservación de la propiedades.
Otro indicador para definir si un aceite es de buena calidad es su procedencia. Aquellos que están fabricados en países como España, Italia o Grecia suelen ser de alta calidad debido a su extensa tradición olivarera. Además, aquellos aceites que están producidos por aceitunas hojiblanca, picual y arbequina son considerados los mejores por las propiedades que aportan al producto. En este mismo sentido, debes asegurarte de que las botellas cuenten con sellos de calidad, los cuales garantizan que su producción haya sido cuidada.
¿Por qué consumir aceite de oliva?
El aceite de oliva es una excelente fuente de grasa saludable que puede ser incluida en nuestra alimentación diaria. Este alimento es rico en grasas monoinsaturadas, las cuales ayudan a un incremento del colosterol HDL, conocido como colesterol bueno, y a disminuir el colesterol LDL, conocido como el colesterol malo, lo cual representa una disminución importante en el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares. Además, evita las enfermedades neurodegenerativas y protege al organismo de los radicales libres responsables del cáncer.
Este alimento puede incluirse fácilmente en la alimentación diaria, ya que puede agregar a todo tipo de ensalada o preparaciones de cocción media, como algunos alimentos al horno, salteados o guisos. Suelen ser una alternativa para añadir la grasa saludable de las comidas y sustituir por completo aquellas grasa saturadas que ponen en riesgo la salud del corazón. Es importante dejar claro que siempre es aconsejable consultar con un especialista de la nutrición.