Ir al cine y comer palomitas de maíz es uno de los planes favoritos por cualquiera de las personas y una de las experiencias más divertidas. Las palomitas de maíz son el acompañamiento ideal para una buena película y no hay quien no pase por la tienda antes de entrar a la sala.
Pero las palomitas de maíz tienen también una receta única que la hace deliciosa y, aunque parece algo fácil, no lo es para quienes intentan en sus casas recrear el sabor de las palomitas de maíz que te venden en el cine.
Cuál es el secreto de las palomitas de maíz
Sin embargo, el secreto más espectacular de las palomitas de maíz es su sabor inigualable, que no se compara con nada a las que podemos hacer en casa. La razón por la que poseen un sabor distintivo y que muchos quieren recrear, es el compuesto de algunos ingredientes que no son de uso común en lo cotidiano. Las palomitas de maíz del cine no tiene sal superconcentrada para palomitas, aceite de canela (o coco) no hidrogenado con sabor a mantequilla y, el toque final, flavacol: un condimento con sabor mantecoso.
Las palomitas de maíz se elaboran por un cereal, en concreto el maíz, que tiene la particularidad de ‘explotar’ con el calor. Estos granos tienen una piel dura que impermeabiliza el interior y el exterior y está compuesta por 85% de almidón y un 15% de agua. Este alimento tiene propiedades nutricionales que pueden aportar muchas proteínas a tu dieta. Son una buena fuente de polifenoles, compuestos vegetales con propiedades protectoras y antioxidantes que ayudan a la circulación sanguínea y salud digestiva y que pueden neutralizar los radicales libres, que dañan las células y contribuyen al envejecimiento rápido.
Qué hace un cine con las palomitas de maíz
La venta de palomitas de maíz es prácticamente una costumbre corriente en los asistentes del cine pero, a pesar de vender millones durante el día a día, hay excedentes. En este caso, las empresas deciden regalar a sus empleados lo que no se haya vendido durante el día, cosa que los vendedores agradecen. Muchos eligen hacer de este exceso de palomitas de maíz un negocio y se acercan a otros comercios para hacer un intercambio que los pueda beneficiar.
Los empleados intercambian las toneladas de palomitas de maíz con tiendas cercanas como pizzerías y heladerías. Además, suelen entregarles estos excedentes a hogares y refugios de gente sin hogar pero también pueden producir menos palomitas de maíz para que no existan las sobras.