La vida en ocasiones nos presenta grandes desafíos. Tal y como lo ocurrió a un prestigioso chef en Alemania, quien tuvo que reinventarse para seguir haciendo lo que más le apasiona.
Se trata de Peter Lammer, un experimentado cocinero, reconocido por sus exquisitas preparaciones, pero a quien la vida le dio un tremendo giro luego de sufrir un accidente en moto.
El estilo de Lammer en la cocina, más allá de su rol de chef, siempre fue estar al pendiente de todo. Ir de aquí para allá probando que todo esté perfecto y dándoles lecciones a sus ayudantes de cocina.
¿Cómo iba a hacer esto luego de sufrir semejante accidente?
1La recursividad del chef
Ser chef es, en pocas palabras, ser recursivo. No solo en la cocina, sino también en la vida. Lammer, tras su accidente, decidió hacer de todo, menos retirarse. Por eso ideó la manera de crear un asiento móvil, con el que se muestra más activo que nunca.
Lo mejor de todo es que esta le permite desplazarse hacia donde quiere con precisión, y también le da la posibilidad de usar sus manos, esas con las que prepara deliciosos platillos, con total libertad.
Esto no solamente lo sacó del duro estado emocional en el que quedó después del accidente, sino que también hizo que reforzara el cariño y la admiración que sienten sus cocineros por él.
Aunque Lammer no ha dado entrevistas al respecto, en cada imagen se ve la pasión que siente por su oficio, y la manera tan particular que tiene de dignificarlo. Siempre pendiente de todo y de todos, atento a las preparaciones, a los sabores, a su paladar intacto que sigue buscando la perfección.
La historia de Peter es el fiel reflejo de que la pasión puede superar cualquier tipo de adversidad.