La ministra de Sanidad, Mónica García, anunció el pasado lunes la implementación de la Ley de Gestión Pública, una normativa que guarda una preocupante similitud con el modelo sanitario que ha llevado a la ruina a Navarra y Cataluña. Esta nueva ley se une a una serie de reformas que García ha impulsado desde su llegada al cargo, marcando un claro giro hacia una gestión completamente pública del sistema sanitario.
El Ministerio de Sanidad ya había dado un primer paso en esta dirección el pasado mes de abril, con la publicación de una orden ministerial que establecía el Observatorio contra el Fraude y la Corrupción Sanitaria. Esta entidad, cuya puesta en marcha está prevista para dentro de tres meses, tendrá la misión de supervisar y proponer acciones contra el fraude y la corrupción en el ámbito sanitario.
El modelo de Madrid es un modelo de éxito y el de ella es un modelo de fracaso
Ester Muñoz, vicesecretaria de Sanidad y Educación del PP
La ministra ha sido clara en su postura: considera que la actual colaboración entre el sector público y privado en sanidad genera conflictos de intereses inaceptables. Esta semana, García ha declarado que su nueva ley busca «facilitar la reversión de los fenómenos de gestión por entes privados de servicios sanitarios públicos». Su oposición a la cooperación entre mutuas sanitarias privadas y centros públicos es bien conocida, una posición que defendió con firmeza durante su tiempo en la Asamblea de Madrid.
«Vamos a poner coto al lucro incesante de las diferentes formas de gestión de nuestra sanidad», afirmó García, subrayando su compromiso con el lema «La sanidad no se vende, la sanidad se defiende». Estas declaraciones han provocado una fuerte indignación en la patronal de la Sanidad Privada. La Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE) no tardó en responder, calificando las palabras de la ministra como «injustas» y advirtiendo que «la eliminación de conciertos llevará de forma predecible e irresponsable a una situación de agravamiento de la salud en cientos de miles de usuarios».
ESTER MUÑOZ CENSURA A MÓNICA GARCÍA Y SU PLAN
La ministra de Sanidad, Mónica García, parece no haber comprendido que su rol ha cambiado drásticamente desde sus días como activista, según explica la vicesecretaria de Sanidad y Educación del PP, Ester Muñoz. Muñoz sostiene que ahora García, como ministra, debe representar a todos los ciudadanos y no puede permitirse el lujo de hacer declaraciones incendiarias como las que hacía anteriormente.
«El modelo de Madrid es un modelo de éxito y el de ella es un modelo de fracaso», señaló Ester Muñoz durante su entrevista en ‘Es la Mañana de Federico’ de Es Radio. Muñoz comentó que la ministra parece tener un odio irrefrenable hacia Isabel Díaz Ayuso y las políticas exitosas que esta ha implementado en Madrid.
Un ejemplo claro de los fallos en la gestión de García se observa en Melilla, el único lugar donde su modelo se aplica con total competencia del ministerio. Los profesionales de la sanidad en Melilla llevan nueve meses en huelga, se quejan de ser los peor pagados y de tener las peores condiciones laborales. Esta situación evidencia las graves deficiencias de un modelo que, en teoría, debería mejorar la situación de los trabajadores y los servicios sanitarios, pero que en la práctica ha fracasado estrepitosamente.
El modelo de colaboración público-privado ha demostrado ser beneficioso en muchas regiones de España. Para la ministra, sin embargo, la ideología parece estar por encima de los intereses de los ciudadanos. Desde el PP lamentan que García priorice su visión sectaria sobre la realidad de una sanidad que necesita soluciones prácticas y efectivas. «Ahora mismo, la colaboración público-privada está sirviendo también de drenante en una sanidad que tenemos totalmente colapsada por la falta de médicos y especialistas», señalaron.
Las críticas hacia García no se limitan a su enfoque ideológico. Se le exige que dedique más tiempo a trabajar en soluciones concretas y menos a hacer anuncios grandilocuentes que, según palabras del secretario de Estado, podrían no materializarse. «Estos anuncios duran menos que un caramelo en la puerta de un colegio», comenta Ester Muñoz durante su entrevista, resaltando la falta de sustancia y continuidad en las propuestas de la ministra.
La gestión de Mónica García como ministra de Sanidad está siendo severamente cuestionada por el Partido Popular. Sus políticas, más impulsadas por la ideología que por la eficacia, y su incapacidad para adaptarse al rol de ministra, están llevando a la sanidad española por un camino incierto, según las declaraciones de Ester Muñoz.
EL MODELO DEFECTUOSO DE NAVARRA
El modelo sanitario que impulsa Mónica García no es nuevo. Pues en su día fue aplicado por la socialista María Chivite en Navarra y terminó siendo un fracaso. En la actualidad, el departamento de Salud del la Comunidad Foral de Navarra es uno de los que mayor partida presupuestaria recibe. Debido a que en 2024 se incrementó el gasto, de 1.083 millones percibidos en 2019 a los 1.465 millones en 2024
No obstante, en vez de haber crecido, en paralelo, se reducían poco a poco la colaboración con las mutuas privadas. Y es por eso que en estos momentos el sistema público de sanidad pasa por su peor momento.