El PSC gana en Cataluña, mientras se da por muerto erróneamente al ‘procés’, pero no hay nada más peligroso que dar por muerto en estrictos términos políticos a Junts y Puigdemont, que sube en escaños tras su estrategia de aguantar hasta el último minuto.
El PSC ha ganado las elecciones con cierta claridad, con 42 escaños; mientras Junts ha alcanzado los 36 escaños. Los números solo dan para una mayoría entre PSC y Junts, en lucha encarnizada por el poder, debido a que la suma del tripartito tampoco dan los números, que se quedarían a solo un escaño.
El PSC no ha cerrado la puerta a pactar con Junts, pero sí viceversa, con un mensaje nítido y claro del líder de Junts. «No haré presidente a Salvador Illa», ha reiterado durante la campaña electoral. Los socialistas han obtenido la victoria, pero se quedan a las puertas de reeditar los tripartitos de 2003 y 2006. La suma de los 42 de Illa, con los 20 de ERC y los seis de los Comuns se queda con la cifra mágica de los 68. Además, al PSC le favorece que Junts y ERC, más la CUP y Aliança Catalana, se queda con solo 62 escaños.
LOS CIEN VOTOS DE LLEIDA, CLAVES
La disputa de un escaño en Lleida es la clave de todo, con una diferencia entre PSC y Junts de apenas un centenar de votos. Esta lucha es decisiva para sumar una mayoría absoluta con el tripartito y dar un respiro a Illa, que no tendría que someterse a una segunda vuelta en la investidura. No obstante, el escrutinio aún no ha acabado con los votos llegados del exterior, que serán clave para estas elecciones con esta brecha tan estrecha.
Este es un Parlament con una mayoría de derechas, pero con distintas ideologías. Junts y Aliança Catalana suman 37 escaños, mientras que PP y Vox suman 26 asientos. El PP suma 15 escaños, con 226.000 votos más en cuatro años, hasta alcanzar los 336.000. Alejandro Fernández ha felicitado a Salvador Illa y también a todo el PP al volver con más fuerza que nunca. De hecho, es el partido que más crece con clara diferencia tras una campaña amable, sin errores y con un apoyo de todo el partido.
De esta forma, todo se decidiría en segunda vuelta, si finalmente el escaño bailador de Lleida aterriza en el bloque de Junts. Este escenario dejaría el voto del PP como clave, que «solo hará presidente a Salvador Illa si rompe con el independentismo y todos los pactos». Y es que, la posibilidad de una repetición electoral está encima de la mesa con una baja participación, con un desmovilizado bloque constitucionalista, pero también en el independentismo.
ERC SE QUEDARÁ EN LA OPOSICIÓN
Tras la clara victoria del PSC, toda la atención se centra en ERC, que ha vuelto a recibir un durísimo castigo, que se ha dejado 13 escaños y más de 183.000 votos. En total ha alcanzado los 422.000 votos. Pere Aragonès ha aparecido con una cara demasiado larga. Tras afirmar que ERC pasará a la oposición y no se abrirá a un pacto con el PSC.
Junts, con 99.000 votos más en estas elecciones, hasta alcanzar los 670.000 votos, se queda en 35 escaños, tres más que en 2021. La candidatura de Puigdemont es la única del bloque separatista que sube en votos y escaños, al margen de Aliança Catalana, que ha obtenido dos escaños. El líder de Junts ve necesaria la hora de la reflexión ante la desunión en el independentismo. En este sentido, abre la puerta a ERC para conformar un gobierno en minoría.
El fuerte empuje de Junts, con una impecable estrategia dual y un ‘pateo‘ incansable en todo el territorio, ha sido clave para mantenerse en la lucha por la Generalitat. De hecho, solo necesita más votos afirmativos en el Parlament, y no ha hecho referencia alguna a Aliança Catalana.
No obstante, los socialistas podrían conformar una mayoría absoluta directamente con Junts y Puigdemont, mientras que con ERC necesitarían a los Comuns en la primera vuelta de la investidura, mientras que necesitaría la mayoría simple -más síes que noes- en segunda, una opción que dependería únicamente del PP, que ha multiplicado por cinco sus tres escaños, hasta sumar 15 asientos, mientras Vox se mantiene con 11. Los ‘populares’ han vuelto a recuperar la confianza y se han reconciliado con su electorado, con un Alejandro Fernández que pide el voto de los simpatizantes de Ciudadanos, que se marcha del Parlament.
EL PSC Y EL BLOQUEO
Los socialistas han obtenido su primera victoria en Cataluña, pero este no es un escenario nuevo. También lo hizo Ciudadanos en 2017 en las decisivas elecciones tras el referéndum del 1-O, pero no hubo aritmética para gobernar la Generalitat por la negativa del PSC.
Ahora, tras dos elecciones a la baja en el independentismo, el PSC gana unos comicios clave en Cataluña, donde la mayoría separatista se pone en entredicho, así como la unidad de este bloque. Y es que, los socialistas de Salvador Illa podrían pactar con ERC en solitario, así como con Puigdemont, y gobernar por segunda vez en su historia tras el tripartito de 2006 a 2010.
Tras más de una década de hegemonía independentista, los socialistas están en condiciones de repetir un nuevo tripartito con los de Pere Aragonès y Jéssica Albiach, líderes de ERC y Comuns Sumar, respectivamente.
La clave para los socialistas es romper con esa unidad independentista, un escenario que dejaría un mal sabor de boca para los de Illa. En este sentido, el PSC ha hecho lo imposible para acercarse a ERC, con acuerdos en el Congreso de los Diputados y su apoyo en la votación fallida de los Presupuestos. Con toda la carne en el asador, el PSC tratará de conformar un Gobierno progresista, sin contar a priori con Puigdemont.
OPTIMISMO EN FERRAZ
Y es que, la falta de una ley electoral clara y estructurada, los independentistas solo necesitan más ‘síes’ que ‘noes’ en una hipotética segunda vuelta. Este es el escenario principal porque «el bloque independentista se une a la hora de la verdad», destacan fuentes cercanas a Puigdemont. No obstante, el PSC tiene claro que abrirá la negociación «lo antes posible» para convencer a Junqueras y Aragonès para dar comienzo a una nueva etapa política alejada del ‘procés’.
El optimismo se respira también en Ferraz al considerar que los catalanes validan los pactos con Junts, la amnistía, los indultos y los cambios del Código Penal con la malversación. Los dirigentes socialistas se han reunido en la sede del PSOE en Madrid para seguir en directo el escrutinio, pero recuerdan que salen de escenarios muy adversos.
