Lituania dio inicio a la operación con misiles conocida como «Steadfast Defender 24» con el objetivo de mostrar la fortaleza de respuesta bélica e intimidar a Rusia a detener sus ataques en la guerra contra Ucrania. La misma fue calificada como «el mayor ejercicio militar de la OTAN desde la Guerra Fría» y definió a Lituania como un aliado en la estrategia de la Unión Europea (UE) para frenar a la administración del presidente ruso, Vladimir Putin, quien continúa los bombardeos en la región de conflicto.
El ejercicio conjunto con militares estadounidenses para disuadir el ataque de Rusia en Ucrania fue celebrado por ambos países como un avance cooperativo positivo. El ministro de Defensa de Lituania, Laurinas Kasciunas, ha destacado que este tipo de maniobras «muestran un cambio positivo en la comprensión de que no hacer nada no es reducir la escalada».
El ejercicio de Lituania contra Rusia
Por otro lado, el gobierno lituano remarcó la importancia de coordinar acciones de defensa militar junto con las potencias de la Unión Europea y sus aliados, en especial Estados Unidos, en la estrategia conjunta para detener a Rusia en Ucrania. «Los ejercicios con el Ejército estadounidense y la presencia constante en posiciones avanzadas son muy importantes para crear un elemento disuasorio fiable contra cualquier idea de agresión contra Lituania o la Alianza», expresó el comandante del Ejército lituano, Valdemaras Rupsys.
El ejercicio también destacó el despliegue de tropas por tierra con el objetivo de asegurar el territorio del Atlántico hasta el Ártico, junto con la custodia del Alto Norte hasta Europa Central y parte del Este, además del lanzamiento de misiles HIMARS sobre el mar Báltico, armamento ya usado por Ucrania en la guerra contra Rusia.
Una advertencia para Rusia
Lituania expresó su satisfacción por la realización de estas operaciones, calificadas por el ministro de Defensa, Laurinas Kasciunas, como un «elemento disuasorio crucial» y destacó la colaboración del ejército estadounidense durante los ejercicios de combate, como una contribución a una «defensa sólida» frente «cualquier intento de agresión», ya sea dirigido hacia Lituania o cualquier país miembro de la OTAN.
En este marco, el presidente ruso, Vladímir Putin, declaró que el Kremlin no busca la ampliación del conflicto bélico en Ucrania a nivel global, ni una guerra de características internacionales. «Nosotros no rechazamos el diálogo con los países occidentales. Depende de ellos. Rusia hará todo lo posible para evitar un enfrentamiento mundial. Pero, al mismo tiempo, no permitiremos que nadie nos amenace», ha expresado en el acto por el Día de la Victoria que conmemoró el accionar de la Unión Soviética (URSS) durante la Segunda Guerra Mundial.