Los niveles de azúcar en sangre, también conocida como glucosa, sirven para proporcionar energía a nuestro cuerpo. Esta proviene de los alimentos que consumimos y que el hígado se encarga de almacenar, mientras que los músculos también reservan una parte para su uso posterior. Aunque es normal la presencia de esta sustancia en el organismo, cuando existen descontroles pueden presentarse síntomas que deben ser atendidos lo más pronto posible.
Las alteraciones pueden derivarse debido a una presencia excesiva o muy baja de glucosa en sangre. Las afecciones más comunes son la diabetes y la prediabetes, las cuales deben recibir un tratamiento médico rápido para que el organismo se regule lo más posible y así evitar la aparición de otras enfermedades que pueden ser muy graves para quien las padece.
Si presentas algunos de estos síntomas podría tener problemas de azúcar
Es importante estar muy atento a los síntomas que presenta el organismo para tener la atención temprana de cualquier patología. Por lo general, los problemas relacionados a diabetes o prediabetes vienen acompañados de micción frecuente, ya que los riñones se ven obligados a trabajar más para filtrar el exceso de azúcar. Por otro lado, es común sentir hambre frecuentemente y esto se produce porque el cuerpo no recibe la energía suficiente de la glucosa.
Además, si hay alteraciones en el azúcar en sangre es común sentir cansancio constante, debido a que el cuerpo no tiene la misma capacidad para usar la energía de una forma eficiente, de modo que hay un estado frecuente de fatiga y debilidad. Igualmente, se presenta dolor, hormigueo o entumecimiento en las manos y pies causado por daño a los nervios producto a los altos niveles de glucosa.
¿Sospechas problemas de azúcar en tu cuerpo? Esto es lo que debes hacer
Es indispensable que, si presentas varios de estos síntomas, asistan a un especialista para que realice los estudios y evaluaciones pertinentes. En caso de confirmar alguna patología relacionada a la presencia de glucosa en sangre es muy importante seguir el tratamiento y las indicaciones que el médico recete, debido a que esto es lo que puede garantizar tu salud a largo plazo.
Las patologías relacionadas a la glucosa y la insulina implican grandes cambios en el estilo de vida. Aunque esto puede ser un reto al inicio, con el pasar del tiempo será mucho más sencillo y tendrás una vida saludable sin riesgos a enfermedades peligrosas. En caso de no atender las indicaciones médicas, el peligro para la vida se vuelve cada vez más alto y pueden desarrollarse condiciones crónicas que pueden ser fatales.