Amanecía otoñal la mañana madrileña del 27 de abril en la que los socialistas exhibieron músculo al colapsar Ferraz, testigo inerte de las manifestaciones de la extrema derecha en los últimos meses. Miles de personas, con ánimo de pedirle al presidente del Gobierno que resista, corearon el «¡No pasarán!», lanzaron proclamas en favor de Pedro Sánchez y se acordaban con mala baba de Felipe González, que según una manifestante «está con los malos».
El PSOE se organizó para arropar al Comité Federal que, sin Sánchez ni ‘plan b’ por si el lunes les sale cruz, mimó al dolido ausente. «Hay que defender la calidad del debate público que no soporta más mentiras, más insidia. Si toleramos algo así, si cerramos los ojos, que se destruya a personas a base de bulos, será la propia democracia la que se hunda en el fango. Nadie honrado querrá participar y eso es lo que persigue la derecha y la ultraderecha», decía María Jesús Montero.
La vicepresidenta y vicesecretaria general socialista afirmó que «si alguien espera autocrítica y reflexión en el Partido Popular que abandone toda esperanza. Todo el mundo reflexiona menos ellos, que permanecen impasibles sin falta de empatía. Hace años que dejaron caer el cordón sanitario contra la ultraderecha. No van a desandar ni tendrán un ataque de sensatez. Viven en la espiral de la retroalimentación. Tienen muchas razones para estar frustrados, tenemos lo que ellos no tienen: un gran proyecto de país en el que merece la pena volcar toda la energía y es un proyecto que funciona».
ANDUEZA E ILLA, CON SÁNCHEZ
Eneko Andueza recibió aplausos con motivo de su resultado en las últimas autonómicas vascas. El previsible futuro lehendakari aseguró que «ser socialista no es fácil. Y ser valiente no puede salir tan caro. Pero merecerá la pena seguir adelante. Aunque sólo sea por desterrar a esta derecha y seguir contribuyendo a mejorar la vida de la gente».
«Este país merece mucho la pena. Pero merecerá mucho más si este Gobierno sigue trabajando por él desde los principios y valores socialistas. Poniendo esos valores frente a la peor derecha posible. Poniendo la verdad frente a su mentira. Poniendo nuestra honestidad frente a su demagogia. Poniendo nuestra libertad frente a su acoso. Poniendo la democracia al servicio de la ciudadanía frente a esta derecha que ha cruzado todos los límites de la decencia», añadió el barón vasco. Salvador Illa tampoco se quedó atrás:
«Ahora vamos a levantar una resistencia colectiva. Una resistencia colectiva para acompañar a la resistencia individual de nuestro compañero, nuestro secretario general. Una resistencia colectiva que dice no a una determinada forma de hacer política, que dice no a la política que busca conquistar el poder al precio que sea y que dice sí a la política noble, a la política que avanza, que busca mejorar la vida de los conciudadanos».
El candidato del PSC a las próximas elecciones catalanas pidió mimos a sus compañeros: «Os pido también ayuda. Siempre la hemos tenido los socialistas catalanes. En momentos muy difíciles. Ahí estaba el PSOE ayudando, colaborando, echando una mano. También os la pido ahora. Esa llamada al familiar que vive en Cataluña, ese video al municipio con el que estamos hermanados».
«Que cada militante, que cada simpatizante, que cada votante del Partido Socialista haga esta llamada estos 15 días y diga a sus familiares y ciudadanos amigos de Catalunya que el 12 de mayo hay que unir y servir, hay que abrir una nueva etapa en Catalunya. Eso es lo que voy a hacer estos 12 días y nada me hará mas ilusión Pedro, que contar con tu presencia. Lo antes posible. Te lo digo desde el respeto a tu periodo de reflexión personal», añadió Illa en modo electoral.
Teresa Ribera, confirmada como candidata socialista a las europeas, pidió a sus compañeros que no se avergüencen de su ideas: «Nos pueden llamar bambis por creer ingenuamente en los valores de la democracia. Nos pueden llamar perros, porque somos fieles y leales. No nos pueden llamar ilegítimos, nuestros principios y valores valen exactamente igual que los de los demás».
El ministro Óscar Puente, la presidenta navarra María Chivite y el presidente asturiano Adrián Barbón también cerraron filas con Sánchez, que el lunes anunciará si se mantiene en La Moncloa o si anuncia su adiós.
