Algunos cazadores no quieren ni que les miren mientras se pasean por el campo. Al menos es lo que se desprende de la reacción de Juan Manuel Rodríguez Morcillo, presidente de una asociación de caza de Guadalajara (ATICA). Un agente forestal sospechaba que Morcillo era un cazador furtivo y no dudó en pedirle la documentación al presidente de la asociación, además de solicitar que abriera el maletero del coche para comprobar que todo estaba correcto. Sin embargo, la reacción de Morcillo no fue la de colaborar. Ante la sospecha de que el agente le había fotografiado el carnet de identidad, decidió utilizar su asociación de caza para denunciar el hecho y sobreexponer al agente forestal, algo que ha desatado la ira de este colectivo profesional, harto de que se les señale. Morcillo ha denunciado al agente y ha publicado el documento. Y aunque intenta tapar su nombre y exponer el del agente, se ha dejado algún que otro número que delata que es el propio presidente el que ha sido investigado por los forestales.
Todo empezó «cuando el agente medioambiental se extralimitó en sus funciones haciendo sin permisos fotografías del DNI del cazador y le pidió el registro del vehículo, algo que solamente pueden hacer los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado», según la asociación. Sin embargo, lo cierto es que el agente sospechaba que Morcillo pretendía furtivear, algo que incitó al agente a comprobar las credenciales de Morcillo.
Lo que ha llamado la atención de algunos cazadores de la zona es, primero, que Morcillo haya utilizado la asociación de caza que preside para lanzar un comunicado sobre un acontecimiento personal sin revelar su nombre. Y después, que haya publicado la denuncia desde las redes de dicha organización señalando directamente al agente forestal del cual incluso menciona el nombre de pila.
El argumento de ATICA para defender directamente a su presidente (aunque esta información no la revelan en su comunicado) es que el agente no puede fotografiar (si es que lo hizo) el DNI del investigado. Aseguran que se trata de un abuso de autoridad que puede estar penado con hasta 300.000 euros.
«Las Administraciones deben velar por el correcto desarrollo de las actividades del campo y no generar conflictividad a pesar de haber sido advertidas de los antecedentes de dicho individuo. Es preocupante que algunos agentes en el ejercicio de sus funciones laborales piensen que están por encima de la propia Ley. La Ley es para todos, no sólo para una parte», detallan en el comunicado.
Sin embargo, los agentes forestales no se han quedado callados ante este ataque a manos de los cazadores y han levantado la voz con otro comunicado. ATICA argumenta para defender a su presidente que un agente forestal no es un agente de la autoridad, y aunque sí que lo son mientras desempeñan su función, entienden y recalcan que no tienen las mismas competencias que la Guardia Civil.
➡️ La inspección y vigilancia de la actividad cinegética es una de las principales funciones de los #AAMM.
Para que esta actividad se desarrolle de forma segura y compatible con la conservación de la naturaleza, la normativa regula las potestades de los agentes de la autoridad 👇 pic.twitter.com/EAgpeE4foy— Agentes Medioambientales CLM (@AAMM_JCCM) July 9, 2020
Los forestales han enviado directamente un comunicado a una revista de caza que se hizo eco de los hechos centrándose en el comunicado de la asociación de caza, que no hace más que señalar directamente a un agente forestal por lo que consideran una inspección rutinaria. Están cansados de pelear con los cazadores y de que se les ningunee o incluso acuse de extralimitarse de sus funciones.
En este caso, tal y como ha podido saber MONCLOA.COM, el agente forestal sospechaba que Morcillo pretendía cazar en un determinado coto sin permiso. Ante tal sospecha, decidió realizar un control rutinario sin mayor ambición que la de disipar sus sospechas, sin embargo, la reacción del presidente de ATICA Guadalajara ya es conocida por todos en el mundo de la caza.