La campaña del PP y la apuesta decidida de Cuca Gamarra para tratar de comerse a Vox y aglutinar a los descontentos con el PSE-EE ha surtido el efecto deseado. Los ‘populares’, con una campaña de perfil beligerante contra el ‘sanchismo‘ y al mismo tiempo convertir al PP en la casa del constitucionalismo ante el desafío del PSOE de Pedro Sánchez y sus socios independentistas. Los datos aún pueden cambiar con los 54.554 votos del CERA que se contabilizan el próximo viernes.
La campaña del PP se ha centrado en construir ese muro de contención para frenar a la izquierda y sus socios, pero con una significativa implicación personal de Cuca Gamarra, que ha aparecido durante cinco mítines, declaraciones desde Madrid y con el apoyo de Alberto Núñez Feijóo, presidente del PP, junto con el de Isabel Díaz Ayuso, que también ha participado en los mítines para arropar a Javier de Andrés, un desconocido y joven político que ha obtenido mejores resultados que hace cuatro años, cuando acudieron en coalición con Ciudadanos.
El PP ha obtenido 35.568 votos más que hace cuatro años, hasta rozar los 100.000 escaños. El PP ha obtenido un 36% más respecto a la pasada legislatura. mientras que el PSOE ha obtenido 26.500 votos más, con dos escaños más al comerse votos del PNV. Javier de Andrés arrancará así con siete escaños.
El PP ha obtenido 35.568 votos más que hace cuatro años, hasta rozar los 100.000 escaños
El PP ha realizado una campaña quirúrgica y medido muy bien las respuestas a los ataques de los adversarios. Y es que, el PNV recoge las nueces cuando los ‘populares’ sacan a colación a Bildu. «Se prefirió un perfil llano, tranquilo y sin giros subidos de tono», apuntan desde Génova a MONCLOA. De hecho, Javier de Andrés puso la economía y medidas sociales en el centro ante el ataque y la confrontación constante del bloque progresista. Esta vez, con de Andrés y Gamarra al frente de la campaña, el PP no entró al trapo. «El error hubiera sido entrar al trapo», confirman las mismas fuentes.
VOX SE MANTIENE CON MÁS DE 3.500 VOTOS MÁS
Vox ha obtenido su representación por Álava, con un escaño y más de 11.000 votos; mientras que el PP se quedaría con 90.164, más de 30.000 papeletas más que en 2020, cuando fue en coalición con Ciudadanos. El PSOE de Eneko Andueza, por su parte, se sitúa en 140.014 votos, pero suma un escaño más.
El PP dejó pasar desapercibido el grave error de Pello Otxandiano, el líder de Bildu, quien se negó a calificar a ETA de grupo terrorista, sino «armado». No obstante, pidió perdón a las víctimas, pero sin hacer referencia al terrorismo de ETA. Bildu nunca se ha referido a los de ETA como lo que son, terroristas, no lo hizo en 2012 ni en 2016, como tampoco en 2020.
El PP tenía dos estrategias de cara a estas elecciones. Por un lado, incrementar los votos y escaños, por encima de lo obtenido en la coalición con Ciudadanos, mientras que el otro objetivo pasaba por sacar a Vox del Parlamento vasco, una jugada que hubiera supuesto un duro revés de cara a iniciar la campaña electoral en Cataluña.
Los ‘populares’ salieron con todo para tratar de obtener el mejor resultado posible. Así, han pasado por el País Vasco los líderes de Andalucía, Madrid, Castilla y León, Isabel Díaz Ayuso, Marga Prohens. Con un discurso sencillo, pero bien armado, apuntando a Sánchez, que se ha convertido en una auténtica fábrica de independentistas, como ha ocurrido en Galicia y ahora en el País Vasco, dando 27 escaños a la izquierda abertzale y que se niega a condenar a ETA.
EL PP EVITÓ EL ENFRENTAMIENTO CONTRA BILDU
El PP evitó un enfrentamiento cuerpo a cuerpo con los independentistas, pero no así con los nacionalistas, que han retrocedido cuatro escaños. De hecho, los ‘populares’ han conseguido esquivar el temido trasvase de votos hacia el PNV para frenar el ascenso de Bildu.
En este sentido y a tenor de los resultados, el PP ha acertado sin duda en el movimiento. Por el momento, el PP está robando esos votos al PNV, como hicieron los nacionalistas desde 2012. El objetivo es mantener la trayectoria y seguir ofreciendo ahora un discurso para mejorar la economía, como se ha hecho.
Los ‘populares’ tenían encuestas internas con siete escaños, uno más que con la coalición ‘naranja’, mientras que se han llevado uno del PSE-EE, que no dudará en pactar con el PNV para continuar el anterior Ejecutivo de Íñigo Urkullu. «Vox no es una moda, no es un proyecto para cuatro días», ha asegurado Santiago Abascal, líder de Vox, a la hora de apoyar Amaia Martínez en la sede de Álava.