La campaña electoral del País Vasco ya ha llegado a su fin y deja paso a una jornada de reflexión antes de acudir mañana domingo 21 de abril a las urnas. En Vox el cabeza de lista por Guipúzcoa, Andrés Paramio, desplegó una bandera de España de 50 metros de longitud en la playa de La Concha de San Sebastián junto a un grupo de 25 simpatizantes y miembros de su partido. Mientras que el presidente del PP vasco y candidato a lehendakari, Javier de Andrés, contó con la compañía del presidente a nivel nacional, Alberto Feijóo.
La iniciativa de Vox tiene su origen en 2019, cuando se hizo lo mismo en el mismo lugar, logrando el partido un gran impacto en las redes sociales. Tras lanzar el 4 de abril el «reto» de que si lograba 10.000 seguidores antes de las Elecciones del domingo desplegaría una enseña nacional, como hace cinco años, Vox logró el objetivo en solamente unos días.
PP Y VOX CONTRA LA IMPOSICIÓN DEL EUSKERA
Paramio afirmó, ante un grupo de periodistas presentes, que la «bandera nacional representa la libertad, representa la presencia de España en San Sebastián, una bandera que representa la apuesta por una inmigración legal, una inmigración que venga aquí a trabajar», criticando además «un nacionalismo que quiere una inmigración ilegal, descontrolada, una falta de seguridad total, una falta de seguridad en nuestras fronteras y una imposición del euskera», con la que Vox «no está de acuerdo».
El candidato de Vox por Guipúzcoa recordó el mensaje que Santiago Abascal ha repetido a lo largo de toda la campaña electoral, y es que «Vox quiere que tanto el euskara como el castellano sean lenguas vehiculares en el País Vasco».
De hecho, el PP también defiende un euskera sin imposiciones, sin discriminaciones, que sirva para cohesionar la sociedad, sin politizaciones ni trabas para el empleo, sobre todo en el acceso a la función pública.
VOX QUIERE DIFUNDIR LA TRADICIÓN DE LOS MARINOS VASCOS
Además, en el programa de Vox del País Vasco llama la atención su compromiso por dar máxima difusión y conocimiento de la tradición de generaciones de marinos vascos. Algunos son navegantes ilustres de la historia de España, como Elcano, Legazpi, Lezo y Urdaneta; otros, como los atuneros y los arrantzales de hoy, que desempeñan una labor callada pero valiosa para las vidas cotidianas de los españoles y «de nuestra soberanía alimentaria».
Vox también quiere que la Comandancia Naval de San Sebastián y la Ayudantía Naval del Bidasoa (Guipúzcoa) y la Comandancia Naval de Bilbao (Vizcaya) de la Fuerza de Acción Marítima de la Armada, así como la Zona 11a de la Guardia Civil, reciban todo el apoyo y cooperación por parte de autoridades municipales, provinciales y regionales vascas, en especial de policías y organismos de gestión de emergencias.
Para ello, su intención es establecer convenios de colaboración con el Ministerio de Defensa, en materia protección civil y gestión de emergencias, para que el Cuarto Batallón de Intervención en Emergencias (BIEM IV) de la Unidad Militar de Emergencias (UME), así como con el Ministerio del Interior en materia de rescate de montañismo y barranquismo, para que el Servicio Aéreo de la Guardia Civil y los Grupos de Rescate Especial de Intervención en Montaña (GREIM) pueden operar con absoluta normalidad en todo el territorio del País Vasco.
«tras el 21 de abril los vascos se pueden encontrar con un Parlamento verdaderamente nacionalista que reconoce su afán independentista»
«La historia de España no se entiende sin la contribución de la profunda corriente vasca que la recorre. Protegeremos y potenciaremos los bienes materiales e inmateriales de nuestra región, respetando las particularidades de nuestras provincias, la arquitectura de sus caseríos en la variedad de sus formas tradicionales, la poesía de nuestros bersolaris, nuestras danzas y música y las manifestaciones deportivas más características», indica Vox.
«Despolitizaremos nuestras fiestas y alardes para que todas las familias vascas puedan disfrutar en un clima de tranquilidad, de libertad y de seguridad», afirma el programa electoral que presenta Amaia Martínez, la candidata a presidenta del Parlamento Vasco.
Por su parte, el candidato a Lehendakari por el PP, Javier de Andrés, junto a su líder nacional Alberto Feijóo, para recalcar que el Partido Socialista «zigzaguea» con EH Bildu por «conveniencia y oportunismo político» y alertando de que tras el 21 de abril los vascos se pueden encontrar con un Parlamento «verdaderamente nacionalista que reconoce su afán independentista».
PP, EL QUE «MEJOR REPRESENTA A LA MAYOR PARTE DE EUROPEOS Y ESPAÑOLES»
El PP siente que es el partido que mejor representa a «los europeos y a la mayor parte de los españoles», al tiempo que se ha mostrado seguro de que serán decisivos en el próximo Parlamento vasco para «equilibrar la política vasca».
El PP aprovechó su último día para reflexionar sobre lo acontecido en los últimos 15 días y criticar que los socialistas consideren ahora que EH Bildu «no tienen legitimidad para poder asumir responsabilidades mientras que hace tan solo unos meses sí lo consideraban un partido democrático y progresista, y les pareció muy bien que fuera el partido que hiciera presidente a Pedro Sánchez».
Respecto al PNV, ha afirmado que lo ve «incómodo», con una posición que «no ha querido fijar», de tal modo que «no ha querido asegurar un pacto con el PSE, pero tampoco ha dicho que no a un pacto con Bildu».
Así, ha considerado que lo que suceda este domingo puede conducir a los vascos «a una posición de riesgo, conflictividad y tensión» o a una posición de «centralidad, que es lo que aporta el Partido Popular».
«El PNV no tiene ningún reparo en pactar con la izquierda abertzale, no tiene ningún pudor en darle poder, de la misma manera que el PSE recibe y da poder con esa izquierda abertzale. En la medida que el PNV y el Partido Socialista descalifican a Bildu por su falta de ética, el PNV y el Partido Socialista se descalifican a sí mismos y descalifican sus pactos por la falta de ética», ha zanjado.
El PP recuerda que entre 2015 y 2023, 359 empresas huyeron de Euskadi a otras comunidades autónomas y en 2024, Euskadi perdió 1.844 autónomos, siendo el peor año en la última década. Su objetivo es que a partir del lunes la situación se revierta.
